Prosa sobre las nubes. Un niño pequeñito vagaba sobre las nubes, los ojitos cerrados, las manitas abiertas, piececitos descalzos, húmedos del rocío, los cabellos dorados al viento, de rizos ensortijados, ¿el misterio divino la mano de Dios?, dibujaba en el cielo un jardín colorista, pétalos diamantinos acariciaban la brisa, música celestial, violines, un canto nunca oído, lírico y armonioso, trinar de pajarillo de plumajes exóticos, ¿era gloria bendita, trompetas o saxofones?, ángeles, serafines, arcángeles o querubines; las nubes se bambolean, meciéndose en el aire, el niño se ha dormido y, declina la tarde, el susurrar del viento, el tañer de las campanas, el niño ya se acerca a su blanca morada, y entre las flores malvas y las pálidas velas, el pedestal le aguarda: risas, besos, suspiros y cantos de esperanza. Pequeños poemas. Niño de alabastro Eres pan del cielo Morena tu cara, Rubios tus cabellos.
¡Junco del río!, Naranjo en flor, Pajarillos errantes Hoy es día del amor.
Siendo tan pequeño Grande el corazón, Manos que acarician Llenas de candor.
¡Yo te quiero tanto! Mas no puedo, no. ¡Si más te quisiera, Moriría yo!
Murmullo de risas, Un canto lejano, Es la procesión Que llega despacio.
Te traen a hombros Entre rosas y nardos ¡Niño de Gaucín Te queremos tanto!
Nota. Éste y los demás poemas de nuestra paisana Ana Mª del Carmen Corbacho Jiménez, que publicamos en la sección "Colaboraciones" de La Gaceta de Gaucín, se los debemos a la amabilidad de su hijo Ricardo Gálvez Corbacho que periódicamente se pone en contacto con nosotros para enviarnos los sentidos poemas de su madre. |