Palabras de Salvador
Martín de Molina, en la presentación del libro “Juegos y Lírica
Popular Infantil de Tradición Oral”, del que son autores Miguel Vázquez
González y Yolanda Garrido Gámez.
Iltmas. Autoridades, señoras y señores:
Antes de iniciar la presentación de este libro primoroso, “Juegos
y Lírica Popular Infantil de Tradición Oral”, debo dejar constancia
de mi agradecimiento a Miguel Vázquez al encomendarme esta tarea,
por la prueba de confianza y estima que este gesto representa y que me honra,
así como por la posibilidad de poner de relieve la importancia del
tema que de manera magnífica se desarrolla a lo largo de sus páginas.
También me van a permitir una expresión de nostalgia, pues
hacia la mitad de mi vida tuve el placer de venir a esta entrañable
población, donde ejercí de Secretario de su Ayuntamiento durante
varios años, recibiendo la acogida siempre cordial de sus habitantes
y que han dejado un imborrable recuerdo de un trozo de mi juventud.
Entrando ya en el tema que nos reúne esta tarde, preciso será
hacer una breve referencia biográfica del autor de los textos literarios
de la obra que se presenta.
Es Miguel Vázquez González una persona polifacética
que, por avatares de la vida, desde muy joven, se vio obligado a realizar
las más diversas actividades. Y ello conformó, en armónica
conjunción de realidades diversas, cuando no aparentemente diferentes,
su trayectoria vital, lo que es uno de los rasgos de la personalidad de nuestro
autor, Maestro en saberes humanos y, hoy, de Primera Enseñanza y,
que después de un peregrinar que le ha llevado desde Gaucín
a Bailén, Olvera y Los Barrios, le ha hecho recalar finalmente en Mengibar
donde ha desarrollado una eficiente labor educativa que hoy compagina con
la de Director del Centro Santa Maria Magdalena. Sus inquietudes le llevaron
a cursar a través de la Universidad a Distancia los estudios de Ciencias
de la Educación y Estudios de Sociología, obteniendo la Licenciatura
en el año 1990.
En Miguel es manifiesta una clara vocación humanista que, materializada
por su palabra y su pluma, igual nos ofrece una obra de tipo pedagógico,
como la que hoy presentamos, como los libros sobre la tradición gastronómica
o la fiesta nacional en aquella localidad malagueña que le vio nacer.
De sus valores como escritor, nos dejó un ejemplo encomiable en
su primer libro sobre nuestro pueblo de nacimiento, “Gaucín, Gastronomía
popular”, en 1995, en donde muestra sus conocimientos de la tradiciones y
costumbres relacionadas con la gastronomía popular, como vindicación,
en cierta manera y según recordaba su prologuista, de un manera de
optimizar el futuro de nuestros pueblos, despoblados por la diáspora
de los años sesenta, a través de las vivencias y hechos culturales
que se reflejan en sus páginas como modo de mantener vivos los valores
que nos mueven. Y, entre ellos, los que encerraban aquellos dichos y refranes,
letrillas y decires que, ligados a los placeres gastronómicos, nos
estaban anunciando lo que ahora más sazonados nos muestra en su último
libro, como tendréis ocasión de paladear.
La segunda incursión en los modos y costumbres de su pueblo, “El
Toro de Cuerda de Gaucín” (2001),es una delicia de libro, en el que
se adentra poéticamente en el Gaucín añorado, para,
en silencio y como quien no quiere la cosa, irnos descifrando la esencia
de la fiesta, hasta descubrirnos, con rigor de analista y sabiduría
extensa, los vericuetos de la tauromaquia y confluir –con su gracejo característicos
y no sin sorna muy andaluza- en la historia que nos narra como solo sabe
hacerlo aquel que tiene los manejos de la narración verbal, el origen
oral de la literatura. Algo que ahora reverbera en el nuevo libro que hoy
nos ocupa, pero sobre una nueva geografía: la de nuestro Mengibar actual,
al son de canciones, juegos y lírica popular.
Ya de forma temprana, en 1991, había hecho una de sus primeras
propuestas didácticas en su centro de escolar, a través de
la “La Fotonovela en la Escuela”, con la publicación por la Consejería
de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía y el Centro
de Profesores de Jaén de “El Hombrecillo de Papel de periódico”.
Ya vislumbraba la necesidad de llevar a cabo experiencias y actividades
con los alumnos que les ayudasen a profundizar en campos íntimamente
relacionados con la escolaridad. Para él, en la escuela, no solo
hay que tratar a la imagen como un lenguaje que hay que aprender, sino que
es necesario aprender a escribir imágenes. Nunca le han preocupado
las dificultades (como en dicho supuesto, en cuanto a tiempo y medios técnicos)
a que se ha enfrentado en su constante perspectiva de superación,
tanto a nivel personal como profesional. Pero siempre se ha sabido aprovechar,
desde el punto de vista escolar, de los géneros populares como medio
de comunicación, utilizando de sus recursos atractivos.
Esto se ha visto culminado con la aparición del libro que hoy tengo
el placer de presentar.
Conocer y divulgar los contenidos de los textos de la literatura popular
de tipo oral y musical; descifrar su estructura, deslindar lo importante
y establecer interrelaciones, para traducirlo todo al lenguaje comunicativo
de la canción y, si es necesario, añadir nuevos modos educativos
a través de las adivinanzas, acertijos, enigmas y disparates, de trabalenguas
y cuentos mínimos y de nunca acabar. Es una eficaz, a la vez que
atractiva, manera de estimular las destrezas de los niños y propiciar
un verdadero trabajo en equipo a través de la participación
comunitaria de los alumnos.
Las adivinanzas son dichos populares que sirven de pasatiempo y los juegos
infantiles de ingenio también entretienen y contribuyen al aprendizaje
del lenguaje y a la difusión de las tradiciones. Pero, en todo caso,
adivinanza, acertijo o enigma, son recursos que no solo emocionan a los niños,
sino que implican a los mayores.
«Las coplas no han de estudiarse por bonitas, ni los trovos por
caprichosos, ni las adivinanzas por ingeniosas, ni por raras o curiosas
las tradiciones y leyendas: Coplas, adivinanzas, tradiciones, leyendas,
trovos, refranes, proverbios, diálogos, juegos cómicos, cuentos,
locuciones peculiares, frases hechas, giros, etc. han de estudiarse como
materia científica» nos decía Antonio Machado, en
“Demófilo”. Y Miguel los rememora, los ordena, los estructura, los
estudia, sí, científicamente (son perfectas sus introducciones
explicativas a cada una de las secciones del libro), pero nos los devuelve
en todo su jugo, nos los muestra en su inocencia infantil y, lo que también
es bueno, nos hace recordar tiempos perdidos en la memoria, risas olvidadas
y refrescantes.
Nuestro autor, que siempre acierta –hasta en las dedicatorias-, nos introduce
en el libro con un poema de Boris Novak que nos pone de relieve la importancia
de las palabras. Palabras que los adultos pronuncian sin percatarse de su
sentido, lo que hace que se marchiten de soledad y tristeza; incluso sin
amarlas, por lo que se estropean y envejecen. Sin embargo, los niños
juegan con las palabras y por ello generan nuevas e increíbles
expresiones, porque sienten, degustan, huelen, aman las palabras.
Y así, nos lleva, de la mano de los niños, por su mundo
mágico e impenetrable de canciones y tonadas, plones, corros y ruedas;
nos enreda entre gomas, manos y dedos; nos arrastra tras los conjuros y
contraconjuros de nuestra infancia; nos llama a descifrar adivinanzas, acertijos,
enigmas y disparates y a trabarnos con los trabalenguas, para adormecernos
con sus cuentos mínimos y de nunca acabar.
¿Qué más se puede decir de esta nueva delicia? Que
merece ser leída con atención.
Es justo, asimismo, poner de relieve la eficaz colaboración musical
y el acertado trabajo realizado por Yolanda Garrido Gámez, que ha
sabido llevar al pentagrama las notas perdidas de nuestros sones infantiles.
Obligaciones profesionales la retienen en el extranjero, por lo que es
de lamentar su ausencia en esta tarde en que presentamos un notable fruto
de su vocación.
Yolanda, que nace en Jaén donde empieza sus estudios musicales
a temprana edad de la mano de su padre, tiene una sólida formación
académica, desde que en el Curso 1992 – 1993 obtuvo el Titulo
de Profesora de Piano del Conservatorio Superior de Música de Córdoba,
después de obtener los títulos de Profesora Superior
de Solfeo, Teoría de la Música, Repentización y Acompañamiento
y la Licenciatura en Psicopedagogía en la Universidad de Jaén,
en donde realiza Estudios de Doctorado y obtiene el Diploma de Estudios
Avanzados en el área de Sociología.
Su larga experiencia profesional, se inicia en el Curso 1994-1995 como
Profesora de Piano en el Conservatorio Elemental de Música de Andujar
hasta que participó en el Concurso Oposición al Cuerpo de Maestros
(Especialidad Educación Musical), obteniendo la plaza con el número
1 en Andalucía en todas las especialidades en dicha convocatoria.
Desde 1997 ha sido Maestra de Música en el. “José Plata” de
Mengibar, Bailén, Arjona y “Ruiz Jiménez” de Jaén, hasta
obtener en 2001 el Destino definitivo en el ”Santa María Magdalena”
de nuestra localidad
Tiene acreditada una extensa actividad complementaria, habiendo participado
en numerosos cursos, ciclos de perfeccionamiento, asistido a Jornadas de
Música en las ramas de su especialidad en Cádiz, Córdoba,
Jaén, Granada, Madrid y otras Ciudades y desde el mes de octubre de
2003 es Coordinadora de los Cursos de Música dependientes de la Asociación
de Pedagogía Musical Divertimenti en Jaén
Cuenta con numerosas comunicaciones y ponencias, en revistas y publicaciones
de su especialidad y ha participado en diversas agrupaciones instrumentales
y vocales. Muy interesada por el folclore de la provincia, ha colaborado
con grupos de la capital tocando instrumentos de pulso y púa
(Asociación de Coros y Danzas “Lola Torres” y “Panaceite”). En la actualidad
es Asesora de Formación en el Centro del Profesorado de Jaén,
en donde coordina las actividades relacionadas con la Educación Musical
y Educación Intercultural.
Como nos dice la ilustre prologuista, en todas las expresiones de la cultura
(del lenguaje y de la literatura), es fundamental la música, creada
casi siempre con recursos lingüísticos como el ritmo propio del
lenguaje. Y esto lo ha conseguido sobradamente. La tradición oral,
textual y musical, se han conjugado perfectamente, de ahí el acierto
del libro que hoy se presenta, al que se une, como guinda pictórica,
las acertadas ilustraciones que nos ofrece Teresa Bodega Gómez.
Por ello, felicitaciones para ellos y enhorabuena para nosotros por el
libro que se nos ofrece para nuestro gozo y deleite.
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