LA GACETA DE GAUCÍN
Pedro Herrera
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LA ROJA Se le llama la "ROJA" a nuestra selección de fútbol, también a otras selecciones, pero la que más se reconoce con este nombre –vulgar si se quiere– es la de fútbol. A mí me parece hasta bonito, aunque sea vulgar, porque es un color fuerte, resplandeciente, que representa la furia española de la que no tenemos por qué avergonzarnos. Tanto si ganamos como si perdemos, sentimos respetada nuestra identidad como españoles, porque ahora sabemos competir, estamos preparados física y culturalmente para estar a la altura de otros países que antaño se reían de nosotros y nos menospreciaban por el hecho de ser españoles. Ha pasado el tiempo, y con él la inferioridad en que nos sentíamos. Somos y tenemos los mismos derechos que cualquier otro ciudadano de cualquier país nos ha costado lo nuestro, pero lo hemos conseguido. Ya competimos en igualdad de condiciones, con mayor o menor acierto, pero ya no nos ganan así como así, no como en el pasado que cuando un español ganaba algo los gerifaltes del momento lo utilizaban y lo exaltaban como algo excepcional. Pues bien, parece que hay quien quiere que volvamos a aquellos tiempo, porque si no ya me explicarán por qué molesta que se le llame "LA ROJA" a nuestra selección, parece ser que les recuerda a la "otra roja" –la Pasionaria– ¿es que le temen? ¿Va a ganar batallas después de muerta? ¡Déjenla en paz! ¿Qué quieren? ¿Volver a los tiempos en que la sola mención de ese color era motivo para tomar represalias? Esos tiempos pasaron y no se van a volver a repetir, estamos en el siglo XXI, los españoles no somos analfabetos, ya hemos madurados y somos capaces de distinguir unas cosas de otras, somos capaces de pensar y no comulgamos con las ruedas de molinos que nos quieren hacer tragar algunos de los que añoran lo de las dos Españas. Que sepan que los españoles sabemos distinguir los colores, los vista quien los vista y no confundimos las merinas con las churras.
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