Ahora que soy un árbol Con sus ramas tiritando Y sus raíces con tiritas infantiles Para que el daño se sienta más tierno, Para que no me descubras descubierto ante el espejo, Tu lejanía me impide observar que te tengo cerca. Ahora que el cuerpo se me ha teñido de negro Con el miedo a flor de piel Como el de un niño herido pero seguro, Dolorido pero de costras en flor, Ahora que soy una estrella que observas Sin saber si soy así de pequeña O si mi pequeñez significa Que estoy apunto de apagarme, Llegas y me ofreces ser guardiana de mis secretos. Como una vela sin cera pero caliente, Como el piloto automático de las venas, De una mano entre los posos del café, Rebuscando para hallarme y tragarme de un golpe, Ahora no estoy seguro. Por momentos me apago, me desentiendo de mi Tratando de que seas tu quien me levante el pelo Y me ataque con delicadeza por la nuca Por momentos me aferro a la vida hasta que la escupo de nuevo, Y de nuevo me quedo tal cual: Tiritando y con las gotas De la lluvia del reguero o de la escarcha del rocío Pidiendo que no me abandones. Ahora que la soledad parece brotar de los muebles, De la cafetera, de los sonidos inconstantes, De la taza con la bolsa colgando, De las dos medias lunas oscuras Que siempre visto bajo los ojos, Ahora me prometo deslealtad eterna O como mucho, Me imagino tragando cabellos como en mis sueños O haciendo pompas de jabón con cada pena perpetuamente, Y con cada recuerdo que fluya y que sea moldeable Para, al menos, Tragarme mis espirales y su significado. Que dicen que estoy enfermo Enfermo de amor o desamor O que sufro de hipersensibilidad. Ahora que soy el diluvio de mis tormentas De los trapos húmedos del tendedero tiritando, Y ellos y yo, juntos pero no revueltos, Juntos y en la terraza gritando, Conteniendo la nostalgia como quien contiene el gatillo Por no apretarla y acabar de una vez por todas con ella O hacerle un pequeño hueco y acariciarla Y esperar a que los mimos la hagan fortalecerse Hasta que algún día, por fin algún día, Se despida, si no para siempre, Por un momento, por un instante, Si no para siempre, Hasta que terminen de emanarme estas pompas De jabón nostálgicas de la boca, Estas pompas de jabón líquido y gaseoso, Que me impiden tomarte de la mano y llevarte lejos Y tejerte tu cuerpo al mío. Y que mis pompas se conviertan en besos, Y regalártelos sin nada a cambio Y regalártelos Y regalarme a ti, Y dejarme atacar por la nuca Y sentir tus labios sosegando mi impotencia, pero en silencio, Y tus brazos finos pero de acero, Y tu tendencia melancólico-depresiva Haciendo la mía mas llevadera, pero en silencio O por lo menos, y como siempre, Pero en silencio. |