Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

OPINIÓN

Van en serio

 

Hay días en los que, aunque surgen temas sobre los que echar un rato delante del teclado, no te decides y lo dejas pasar para otra ocasión, o quizá para nunca, pero sucede alguna vez que no te puedes aguantar ante la avalancha de noticias sobre un determinado tema que, o te atan las manos o tienes que escribir sobre ello. Eso me ha pasado esta mañana. Aunque hace un par de días colgué un artículo sobre lo dicharachero que son algunos, hoy casi me veo en la obligación de opinar sobre los acuerdos del Consejo de Ministros de ayer que son, por si es que faltaba algo, una verdadera declaración de intenciones que nos deja bien a las claras que estos van en serio, que de bromas, ni mijita, que decimos por mi tierra.

            Cuando me he echado a los ojos la portada de “El País” −para la otra prensa parece que no hubo reunión ministerial− en la que se recogían los acuerdos adoptados, hasta donde se conoce que no sabemos lo que aún queda por conocer de los mismos, me he quedado un tanto preocupado pues constato como, viernes a viernes, se van plasmando en acuerdos y posteriormente se imprimen en el BOE, los temores y malos augurios que, normalmente, desde el extranjero nos van sembrando con calculada intención Rajoy y sus ministros más “económicos”.

            La relación de medidas adoptadas ayer viernes son tantas, tales y de tal envergadura, que ya parece que han quedado en el olvido las tomadas desde el primer momento, aunque la suma de todas ellas van a conseguir que nuestro modo de vida tal y como lo hemos conocido en estos últimos 35 años va a quedar en algún lugar de nuestra memoria como un estado idílico en el que algunos din que llegamos a vivir.

Si no, repasemos los titulares que mencionaba al principio. “El Gobierno niega la tarjeta sanitaria a los ‘sin papeles’, exigirá más requisitos y cambiará la Ley de Extranjería”. “El PP podrá imponer el nuevo presidente de RTVE”. “Autorizada la privatización de TV autonómicas”. “Indulto para los dos últimos condenados del ‘Yak 42’ ”. “El Gobierno mantiene a la Casa Real fuera de la Ley de Transparencia”. “El ejecutivo bloquea las oposiciones docentes en Andalucía”. “El Gobierno activa una orden contra el biodiesel argentino”.

Cada uno de estos titulares, en los que aún no se recogen los recortes en educación y sanidad, son por sí mismos una llamada sobre las verdaderas intenciones del Partido Popular en su acción de gobierno. También cada uno de ellos se merecería comentario individual pormenorizado. No obstante, como tampoco tengo muchas ganas de ser exhaustivo en mi crítica al gobierno, solamente señalaré los aspectos que, a mi modo de ver, muestran a las claras las líneas de acción gubernamental.

Breve reflexión sobre algunos de estos titulares. Por un lado, es evidente que las medidas relativas a las televisiones públicas son un ataque frontal a la independencia y rigor de los medios públicos a los que trata de controlar, ahogar económicamente y con posterioridad vendérselos a sus amigos con lo que las “intereconomías” proliferarán en el panorama televisivo de modo que sólo se oigan las voces pregoneras del pensamiento único al que son tan aficionados la derecha y sus acólitos mediáticos. Todas las medidas relacionadas con la sanidad −aquí sólo recogen la de los sin papeles−, muestran sus deseos de ahorrar a costa de los que menos pueden. El bloqueo de las oposiciones en Andalucía es el tercer acto de hostilidad con la Junta, y por ende con los andaluces, tras los recursos a la subasta de medicamentos y a la ley de incompatibilidad de cargos en Andalucía. Tras el fracasado intento de alcanzar la mayoría absoluta en nuestra comunidad esto huele a castigo, probablemente merecido a ojos de ellos. Los demás titulares son tan claros que necesitan poco comentario.

Todo esto, aderezado con el estrambote que desde Bogotá nos envió Rajoy respecto a las medidas que aún tienen en la recámara hasta el verano y su petición de un pequeño esfuerzo porque no hay dinero para el pago de los servicios públicos, sólo invita, una vez más, a desconfiar de todo lo que provenga de este gobierno que antes de serlo bien sabía lo que quería hacer y que mejor lo escondió para no asustar al electorado. Hoy es el día en el que poco les importa el que dirán, ellos van a lo suyo y no cejarán en su propósito de desmantelar todos los servicios públicos con el fin de favorecer a los que tienen que favorecer que no son otros que a los de siempre a costa de los de siempre. Entre tanto titular sólo he echado en falta uno referente a la iglesia para que todos los poderes fácticos se hubiesen sentidos convenientemente representados por el poder ejecutivo.

            Ya vemos que la cosa no es una broma, que estos van en serio de verdad y antes de que nos demos cuenta nada será lo que era. La brecha entre los favorecidos y los desfavorecidos cada día se irá abriendo más y más, hasta que volvamos a los gloriosos tiempos que algunos de ellos tanto parecen echar de menos, cuando, entre otras cosas de menor importancia, las libertades brillaban por su ausencia.

             Praxis ideológica pura y dura, no nos engañemos.

             

Teodoro R. Martín de Molina. 21 de abril de 2012

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