EL TERROR ISLÁMICO
El Partido Popular sigue asentándose en la vieja guardia, han intentado
un cambio de imagen, han procurado disimular su discurso autoritario y prepotente,
han procurado lavar la camisa y teñirla de un azul algo más
claro. Pero al final les puede la fuerza de la costumbre y han terminado
por mostrar su autentico rostro. Estaba claro que en el partido no había
cambiado nada, seguían al frente el mismo, los mismos de siempre,
pero aquellos que nos consideramos apolíticos de izquierda, esperábamos
que Rajoy, ese querubín que parece ser algo más listo que su
antecesor en el cargo, el funesto José María Aznar, fuese capaz
de hacerse con el control del Partido Popular, pero al final ha sido que
no. La vieja guardia no le ha dejado, o quizá sea que él no
ha querido, actuar, enderezar el rumbo de un partido que está anclado
en la edad media y que necesita, por el bien de nuestro país, una
buena reforma en su seno interno, aislar de una vez a la extrema derecha,
retrograda y trasnochada que se ha camuflado entre las filas de una formación
de derechas, que está siendo necesaria en el equilibrio de España,
y han logrado, de momento, contener a los miembros más razonables
del partido, los que de verdad son ideológicamente de derechas, para
someterlos al designio de la extrema derecha más rancia y fuera de
lugar que existe en Europa, el tufillo a fascismo puro y duro que desprenden
algunas relevantes personalidades del PP es nauseabundo. Mientras las buenas
gentes, los militantes y simpatizantes del partido parecen que se conforman
con corajillos de miel y porros de valeriana, para dormir el sueño
de los justos.
En su
afán por recuperar el poder cuanto antes, algunos prohombres del Partido
Popular se dedican, con el apoyo inestimable de cierta prensa afín
a sus intereses, a tirar contra todo lo que se mueve y a obstaculizar
al máximo la labor de gobierno. El terrorismo sigue siendo
utilizado como arma electoral por estos señores que, hasta antes
de ayer, clamaban a los cuatro vientos que el único terrorismo que
debía preocupar a los españoles era el etarra, que lo de la
casa de España en Casablanca no tenía nada que ver con la
guerra de Irak, ni con la política exterior española;
que los trágicos acontecimientos de Madrid eran obra de eta (ya saben
me niego a escribir en mayúscula las siglas de los asesinos), y cuando
esa versión se hizo insostenible, se inventaron una relación
entre islamistas y etarras que no se justifica por ningún lado, por
mucho que los medios de comunicación adeptos a la causa se empeñen
en demostrar que es cierta. Y ahora reprochan a los ciudadanos que los desalojaran
del poder por el miedo a al terror islamista, ese ha sido su discurso desde
el 14-M, ya que, por lo visto, son incapaces de un mínimo de autocrítica,
es más fácil acusar al ciudadano de ser memo y dejarse manipular.
Ahora, escribo, estos señores, cargan su responsabilidad en las espaldas
de los demás, como suelen hacer, no hay más que recordar la
patética imagen del ex ministro Trillo descargando todas las culpas
del accidente del Yacolek 42 en los militares, para darse cuenta que además
de mentirosos son cobardes; no se cansan de decir que se les echó
del gobierno porque los fanáticos terroristas de al-qaeda, que habían
cubierto Madrid de sangre, así lo habían querido; y que después
de retirar nuestras tropas de Irak, después de un cambio de Gobierno,
después del corte de mangas que el ejecutivo de Zapatero ha hecho
a la política fascista de Bush, después de todo eso, los terroristas
islamistas estaban preparando nuevas masacres en nuestro país. Solo
les ha faltado decir que somos imbéciles.
Su argumento:
que el atentado de Madrid nada tenía que ver con la guerra de Irak
ni con la política del nefasto Aznar, sin darse cuenta, eso si, que
ese mismo argumento hecha por tierra su idea que los terroristas lo único
que pretendían era hacer que ellos perdieran las elecciones, si no
tiene nada que ver el atentado con nuestra incomprensible política
exterior que llevó a cabo el PP, ¿porque iban los islamistas
a querer un gobierno distinto?, ¿que más les daba?. Incluso
la presencia del PP en el gobierno de España les vendría bien
como excusa. Pero, sin duda, esta argumentación lo que si les permite
es descargar las culpas sobre otros y lavarse las manos de la sangre que
está corriendo a raudales por el mundo.
Sin embargo,
aún quedamos personas de las que pensamos, es decir incómodas
para esta pandilla. Que vamos un poco más allá de lo que ellos
desearían cuando sueltan sus andanadas mitineras. Nosotros sabemos
que el atentado de Madrid, es consecuencia directa de la política
prepotente y fascista que se ha adueñado del mundo, y que los atentados
que se estaban planificando en nuestro país, y que afortunadamente
han podido ser evitados; y desarticulados los grupos terroristas que pensaban
cometer las masacres. Son también consecuencia directa de esa misma
política. Holanda es un país que se opuso a la guerra y que
no ha destacado tropas en Irak ni Afganistan, y sin embargo también
en ese país se han evitado atentados y detenido terroristas;
Francia, que fue, junto a Alemania, el paladín de la paz y la nación
que con más fuerza se interpuso contra los ruines planes de Bush, está
amenazada por el terrorismo islámico, entre otros muchos ejemplos.
Y es
que, el terrorismo islámico, no es un peligro para un determinado
país, es un peligro para toda nuestra civilización y es
consecuencia directa de una política prepotente, mentirosa, caciquil
y asesina, que ha sido y es auspiciada por las administraciones de los Estados
Unidos, todas. Y que ha sido refrendada y secundada por países como
el nuestro, que son los que en verdad han permitido a los iluminados como
Bush, ensangrentar el planeta. El que ocupa el Despacho Oval en la Casa Blanca,
ha sido el último en agitar el avispero de Oriente Medio y Próximo,
pero para hacerlo ha tenido que contar con la ayuda de otros líderes
que, como Aznar, se han puesto de rodillas para que el amo Bush pudiera izarse
sobre su espalda y de esta forma alcanzar el avispero. Por lo tanto no me
vale ahora que me vengan a contar que ellos son unas pobres victimas de la
manipulación y la conspiración islamicomasónica. Son
tan culpables como el que más de la caótica situación
que padecemos en el mundo. O sea, que golpes de pecho los justos y menos cargarme
a mi sus culpas, yo soy también responsable de toda esta barbarie,
pero en muchísima menor escala.
En 1978
el ex presidente de los Estados Unidos Jimy Carter encargó a una comisión
de 300 expertos un estudio profundo de los recursos con que contaba el planeta
y de los cambios que se preveían hasta el año 2000. Y el informe
arrojó conclusiones bastante inquietantes. La previsión anticipaba
datos que ya habían sido dados a conocer por el Club de Roma: el
aumento de la población, junto con la devastación ambiental
y el abuso en el consumo de las energías no renovables, como el petróleo,
generaría las condiciones para que la población mundial sufriera
un reparto desigual, y muchas veces violento de los, cada vez más
escasos, recursos existentes. El informe dejaba claro que, en el año
2000, la desertización habría avanzado un 20%, surgiría
un déficit en la producción de alimentos, el clima se volvería
impredecible y el agua potable comenzaría a verse como un bien estratégico.
Todo se ha cumplido con escalofriante precisión. El mencionado informe
instaba a los gobiernos de todo el mundo a realizar un esfuerzo titánico
para contener la población mundial y hacer un uso racional y equitativo
de los recursos del planeta. Nadie siguió el consejo.
Poco tiempo después
de conocerse ese informe se filtró a la prensa, aunque inmediatamente
fue silenciado, un plan alternativo y secreto que consistía en la
eliminación sin más, del exceso de población a través
de guerras y diversos virus y enfermedades. Las sociedades "civilizadas" de
raza blanca, de moral intachable y temerosa de Dios, y la minoría sionista
que aspira a construir el gran Israel en las tierras de Palestina, Siria,
Jordania e Irak, obtendrían el privilegio de mantener sus estatus y
su modo de vida, aunque con un importante recorte de sus libertades. Para
los asesores presidenciales, la expansión independiente de China y
la India comienzan a ser intolerables. En el libro El Choque de las Civilizaciones,
¿les suena este discurso?, el consejero presidencial Huntington, prevé,
si no se logra someter bajo control a esas potencias nacientes, un
último acto: la guerra entre Occidente y el Extremo Oriente, después
de haber sometido a los países islámicos. ¿Les van cuadrando
las cuentas?
Todo esto no me lo
he inventado yo, está ahí, en las hemerotecas, solo hay que
tener los huevos suficientes para querer enfrentarse a la realidad y dejarse
de aceptar excusas banales, mentiras y manipulaciones. No quiero, no me da
la gana, que nadie me reproche haber votado a la madre que me parió,
en lugar de votar lo que ellos tenían previsto que iba a votar.
En este caso, la verdad no me hará libre, pero al menos evitará
que muera con cara de gilipollas.
José Miguel Montalbán.
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