Castillo de Gaucín y Sierra de Casares. www.serraniaderonda.com

LA GACETA DE GAUCÍN

opinión   inicio    narrativa    romances   mis alumnos  encuesta   enlaces   libro visitas  contactar  presentación

COLABORACIONES


     

EL TERROR ISLÁMICO
          
          El Partido Popular sigue asentándose en la vieja guardia, han intentado un cambio de imagen, han procurado disimular su discurso autoritario y prepotente, han procurado lavar la camisa y teñirla de un azul  algo más claro. Pero al final les puede la fuerza de la costumbre y han terminado por mostrar su autentico rostro. Estaba claro que en el partido no  había cambiado nada, seguían al frente el mismo, los  mismos de siempre, pero aquellos que nos consideramos apolíticos de izquierda, esperábamos que Rajoy, ese querubín que parece ser algo más listo que su antecesor en el cargo, el funesto José María Aznar, fuese capaz de hacerse con el control del Partido Popular, pero al final ha sido que no. La vieja guardia no le ha dejado, o quizá sea que él no ha querido, actuar, enderezar el rumbo de un partido que está anclado en la edad media y que necesita, por el bien de nuestro país, una buena reforma en su seno interno, aislar de una vez a la extrema derecha, retrograda y trasnochada que se ha camuflado entre las filas de una formación de derechas, que está siendo necesaria en el equilibrio de España, y han logrado, de momento, contener a los miembros más razonables del partido, los que de verdad son ideológicamente de derechas, para someterlos al designio de la extrema derecha más rancia y fuera de lugar que existe en Europa, el tufillo a fascismo puro y duro que desprenden algunas relevantes personalidades del PP es nauseabundo. Mientras las buenas gentes, los militantes y simpatizantes del partido parecen que se conforman con corajillos de miel y porros de valeriana, para dormir el sueño de los justos.
       En su afán por recuperar el poder cuanto antes, algunos prohombres del Partido Popular se dedican, con el apoyo inestimable de cierta prensa  afín a sus intereses, a tirar contra todo lo que se mueve y  a obstaculizar al máximo la labor de gobierno. El terrorismo  sigue siendo utilizado como arma electoral por estos señores que, hasta antes de ayer, clamaban a los cuatro vientos que el único terrorismo que debía preocupar a los españoles era el etarra, que lo de la casa de España en Casablanca no tenía nada que ver con la  guerra  de Irak, ni con la política exterior española; que los trágicos acontecimientos de Madrid eran obra de eta (ya saben me niego a escribir en mayúscula las siglas de los asesinos), y cuando esa versión se hizo insostenible, se inventaron una relación entre islamistas y etarras que no se justifica por ningún lado, por mucho que los medios de comunicación adeptos a la causa se empeñen en demostrar que es cierta. Y ahora reprochan a los ciudadanos que los desalojaran del poder por el miedo a al terror islamista, ese ha sido su discurso desde el 14-M, ya que, por lo visto, son incapaces de un mínimo de autocrítica, es más fácil acusar al ciudadano de ser memo y dejarse manipular. Ahora, escribo, estos señores, cargan su responsabilidad en las espaldas de los demás, como suelen hacer, no hay más que recordar la patética imagen del ex ministro Trillo descargando todas las culpas del accidente del Yacolek 42 en los militares, para darse cuenta que además de mentirosos son cobardes; no se cansan de decir que se les echó del gobierno porque los fanáticos terroristas de al-qaeda, que habían cubierto Madrid de sangre, así lo habían querido; y que después de retirar nuestras tropas de Irak, después de un cambio de Gobierno, después del corte de mangas que el ejecutivo de Zapatero ha hecho a la política fascista de Bush, después de todo eso, los terroristas islamistas estaban preparando nuevas masacres en nuestro país. Solo les ha faltado decir que somos imbéciles.  
      Su argumento: que el atentado de Madrid nada tenía que ver con la guerra de Irak ni con la política del nefasto Aznar, sin darse cuenta, eso si, que ese mismo argumento hecha por tierra su idea que los terroristas lo único que pretendían era hacer que ellos perdieran las elecciones, si no tiene nada que ver el atentado con nuestra incomprensible política exterior que llevó a cabo el PP, ¿porque iban los islamistas a querer un gobierno distinto?, ¿que más les daba?. Incluso la presencia del PP en el gobierno de España les vendría bien como excusa. Pero, sin duda, esta argumentación lo que si les permite es descargar las culpas sobre otros y lavarse las manos de la sangre que está corriendo a raudales por el mundo.
      Sin embargo, aún quedamos personas de las que pensamos, es decir incómodas para esta pandilla. Que vamos un poco más allá de lo que ellos desearían cuando sueltan sus andanadas mitineras. Nosotros sabemos que el atentado de Madrid, es consecuencia directa de la política prepotente y fascista que se ha adueñado del mundo, y que los atentados que se estaban planificando en nuestro país, y que afortunadamente han podido ser evitados; y desarticulados los grupos terroristas que pensaban cometer las masacres. Son también consecuencia directa de esa misma política. Holanda es un país que se opuso a la guerra y que no ha  destacado tropas en Irak ni Afganistan, y sin embargo también en ese país  se han evitado atentados y detenido terroristas; Francia, que fue, junto a Alemania, el paladín de la paz y la nación que con más fuerza se interpuso contra los ruines planes de Bush, está amenazada por el terrorismo islámico, entre otros muchos ejemplos.
       Y es que, el terrorismo islámico, no es un peligro para un determinado país, es  un peligro para toda nuestra civilización y es consecuencia directa de una política prepotente, mentirosa, caciquil y asesina, que ha sido y es auspiciada por las administraciones de los Estados Unidos, todas. Y que ha sido refrendada y secundada por países como el nuestro, que son los que en verdad han permitido a los iluminados como Bush, ensangrentar el planeta. El que ocupa el Despacho Oval en la Casa Blanca, ha sido el último en agitar el avispero de Oriente Medio y Próximo, pero para hacerlo ha tenido que contar con la ayuda de otros líderes que, como Aznar, se han puesto de rodillas para que el amo Bush pudiera izarse sobre su espalda y de esta forma alcanzar el avispero. Por lo tanto no me vale ahora que me vengan a contar que ellos son unas pobres victimas de la  manipulación y la conspiración islamicomasónica. Son tan culpables como el que más de la caótica situación que padecemos en el mundo. O sea, que golpes de pecho los justos y menos cargarme a mi sus culpas, yo soy también responsable de toda esta barbarie, pero en muchísima menor escala.
       En 1978 el ex presidente de los Estados Unidos Jimy Carter encargó a una comisión de 300 expertos un estudio profundo de los recursos con que contaba el planeta y de los cambios que se preveían hasta el año 2000. Y el informe arrojó conclusiones bastante inquietantes. La previsión anticipaba datos que ya habían sido dados a conocer por el Club de Roma: el aumento de la población, junto con la devastación ambiental y el abuso en el consumo de las energías no renovables, como el petróleo, generaría las condiciones para que la población mundial sufriera un reparto desigual, y muchas veces violento de los, cada vez más escasos, recursos existentes. El informe dejaba claro que, en el año 2000, la desertización habría avanzado un 20%, surgiría un déficit en la producción de alimentos, el clima se volvería impredecible y el agua potable comenzaría a verse como un bien estratégico. Todo se ha cumplido con escalofriante precisión. El mencionado informe instaba a los gobiernos de todo el mundo a realizar un esfuerzo titánico para contener la población mundial y hacer un uso racional y equitativo de los recursos del planeta. Nadie siguió el consejo.
    Poco tiempo después de conocerse ese informe se filtró a la prensa, aunque inmediatamente fue silenciado, un plan alternativo y secreto que consistía en la eliminación sin más, del exceso de población a través de guerras y diversos virus y enfermedades. Las sociedades "civilizadas" de raza blanca, de moral intachable y temerosa de Dios, y la minoría sionista que aspira a construir el gran Israel en las tierras de Palestina, Siria, Jordania e Irak, obtendrían el privilegio de mantener sus estatus y  su modo de vida, aunque con un importante recorte de sus libertades. Para los asesores presidenciales, la expansión independiente de China y la India comienzan a ser intolerables. En el libro El Choque de las Civilizaciones, ¿les suena este discurso?, el consejero presidencial Huntington, prevé, si no se logra someter  bajo control a esas potencias nacientes, un último acto: la guerra entre Occidente y el Extremo Oriente, después de haber sometido a los países islámicos. ¿Les van cuadrando las cuentas?
     Todo esto no me lo he inventado yo, está ahí, en las hemerotecas, solo hay que tener los huevos suficientes para querer enfrentarse a la realidad y dejarse de aceptar excusas banales, mentiras y manipulaciones. No quiero, no me da  la gana, que nadie me reproche haber votado a la madre que me parió, en lugar  de votar lo que ellos tenían previsto que iba a votar. En este caso, la verdad no me hará libre, pero al menos evitará que muera con cara de gilipollas.

José Miguel Montalbán.