POESÍAS MACHADIANAS
(Para un maestro de
la poesía)
Pisaste los campos
de mi Andalucía.
La hierba creció, y
otros caminantes
borraron las huellas
que tus pies
surcaron camino del
sur,
como gran poeta de
prosas y letras.
¡Ay, yo que soy
poeta, tuviera tus
rimas!
Soy sencilla y un
poco complicada como
la vida misma,
precoces son mis
poemas, como poeta
de una tierra
ennegrecida.
¡Qué más quisiera yo
crear tan sólo unas
rimas
que en algo se
parecieran a las
tuyas divinas!
Soria fue la fuente
de tu inspiración,
la linda leyenda de
amor y dolor;
llorabas la muerte,
en tu soledad
perdías la esposa,
tu musa ideal.
Académico errante,
caseríos blancos y
olivares verdes,
rojas amapolas y
trigales dorados,
aguas cristalinas de
arroyos y fuentes,
hoy tus canciones
cantan tus poemas.
¡Oh sierra de
Guadarrama!
Perenne en tu
geografía estás,
machadianos hay
tantos versos
que el poeta quería
su inmortalidad.
En tierra extranjera
morías enfermo,
tu madre querida, tu
esposa, tu hermano
cariño te dieron
pues eran
cristianos,
más que nuestra
España, que te
abandonaron.