"NÚMEROS"
Yo que soy de letras, hoy salgo por peteneras y voy a hablar de números y de ciencias. Es raro el día en el que en los medios de comunicación de cualquier tipo no nos asaetean con cifras y más cifras, siempre poniendo el acento en las más negativas y soslayando en lo posible aquellas otras que denoten un cierto asomo de esperanza. Es el sino que nos toca sufrir con los medios que tenemos. La incertidumbre y el desasosiego son el mejor modo de ir creando el ambiente propicio para el advenimiento de los que, aunque no nos dicen cómo, nos van a solucionar todos los problemas, a pesar de que a los propios les van dando largas y largas hasta no se sabe bien cuando. Dicen que las matemáticas son ciencias exactas, que dos y dos son cuatro y que en ellas no vale el “depende”; que la estadística, como parte de las matemáticas, también debería de serlo; y que la demoscopia, a caballo entre las matemáticas y la sociología sirve para una buena prospección de lo que está por venir. Siendo todo lo anterior bastante próximo a la realidad, no sé que ocurre con ciencias tan exactas para que “dependiendo” del que maneje los números unas veces sean positivos y otras negativos, a pesar de ser los mismos, cosa que al común de los mortales deja bastante perplejo; que como se dice en el argot deportivo, las estadísticas están para romperlas y no nos resulta extraño que las previsiones de unos y otros varíen en poco tiempo y lo que antes era así ahora es asao o viceversa; y que los trabajos demoscópicos están hechos, en la mayoría de las ocasiones, para contentar al que los encarga y, muchas veces, no dar ni una en clavo, pero sin embargo, ¡cómo nos agarramos a ellos cuando los resultados presentados nos son favorables y cómo pasamos de los mismos cuando no lo son! Llevamos una temporada en la que estas tres ciencias están de moda, y de qué modo, aunque a distintos niveles. Son muchos los ciudadanos que tienen que andar echando mano de las matemáticas, bueno de las cuatro reglas, para sumar, restar, multiplicar (menos) y a veces hasta dividir, para poder afrontar la crisis galopante que las estadísticas de aquí y de allá nos dicen que estamos padeciendo y los malos augurios que nos vaticinan, por último miramos a las encuestas que, debido sobre todo a las estadísticas mencionadas y también en cierta medida a los números que tenemos que echar en casa, nos anuncian que el cambio está en marcha y que, por fortuna para los que tienen que hacer menos números para salir adelante, los que preparan las estadísticas tan concienzudamente y los que cocinan las encuestas a gusto del consumidor, el Partido Popular, hoy por hoy, está más cerca de desbancar al Partido socialista del gobierno. Parece que todos se han unido en el empeño y por ello no es de extrañar que por esta vez estén en lo cierto y al fin Rajoy gane las elecciones. Cuando esto así suceda, para regocijo de tanto matemático de macrocifras, estadístico y demoscópico como abunda en nuestros medios, los que no pertenecemos a esos gremios ni sentimos ninguna alegría porque eso así suceda, agacharemos nuestros apéndices auriculares y aguantaremos estoicamente el chaparrón esperando a que escampe. Teodoro R. Martín de Molina. Octubre
de 2009.
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