Los “pelos” del “Culo” |
Se quejaba amargamente
el chino de que “los pelos del Culo no le dejaban dolmil con sus
ladlidos tan impeltinentes a lo lalgo de toda la noche”. Algo así me
pasa a mí cuando estoy en la Alpujarra. No sólo son los perros del
Curro, sino también los de la Anita, los del Joaquín, los del Juan, etc.
En un pueblo en el que probablemente haya más perros que personas, no es
extraño que por las noches a los canes les dé por esa sonora forma de
comunicación que te hace difícil conciliar el sueño. |
Teodoro R. Martín de Molina. 04 de junio de 2012 |