Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

OPINIÓN

Llueve sobre mojado*

 

 

Está claro que en este país de nuestras entretelas, en casi todos los aspectos relevantes de la política, y de nuestros políticos, da la sensación de que constantemente “llueve sobre mojado”, pues lo que nos ofrecen suele ser más de lo mismo. Rara vez se aporta algo novedoso y, declaración tras declaración y actuación tras actuación, se repiten de modo tal que todo sigue igual, quizás, y como mucho, un poco más enfangado.

 Y hablando de lluvia, recordar el bochorno (si hubiese quien lo pasase) de ver cómo la pasada semana el Presidente del Congreso se vio obligado a aplazar la sesión de control al gobierno a causa de las goteras que caían de modo más que ostensible en la tribuna de prensa y parte del hemiciclo. Fruto de unas obras que, al parecer, han supuesto un gasto de unos 4,5 millones de euros de dinero público, por supuesto. Vamos una fruslería de nada, lo mismo que nos gastamos cualquiera de nosotros en cambiar la bañera por un plato de ducha.

Tuvieron que ser las goteras las que pusieran al descubierto la desaparición de algunos de los impactos de bala del valiente Tejero y sus tropas en el asalto al Congreso el 23F. Ninguno de los responsables del Congreso, ni técnicos ni políticos, se apercibieron, del hecho. Seguro que piensan que lo bueno es pasar página y no tener ni pizca de memoria histórica en éste como en todos los episodios que en nuestro reciente pasado están relacionados con el franquismo y sus más exacerbados defensores.

Con anterioridad y con motivo de la presentación de la candidatura de Madrid a la Olimpiada de 2020, también tuvimos que pasar el bochorno líquido del “relaxing cup of café con leche en la Plaza de España” de la señora Botella. Y llueve sobre mojado en el uso del inglés por la familia Aznar. Seguro que fue don José María el que adiestró a la alcaldesa para su declamación en inglés ante los miembros del COI, tuvo que ser él, no cabe duda, él ya tenía experiencia en el uso del texano y del inglés macarrónico en los tiempos de su amistad con Bush. Esta señora que sólo tiene el mérito de convivir con el Sr. Aznar, que ya es mérito, hizo que casi nos hiciéramos encima las aguas menores con su interpretación de niña de colegio de pago. Todo muy gracioso si no fuera porque la broma le ha costado al erario público una buena porrada de miles de millones de euros con el único propósito de alimentar las ínfulas megalómanas de la alcaldesa y de su antecesor.

 Y con posterioridad hemos podido comprobar por dónde van los tiros en el asunto catalán. La celebración de la Diada ha vuelto a poner de manifiesto que mientras más se empeñan unos en cumplir con su voluntad más se exacerban los ánimos de los otros en hacer valer la suya. Y es que llueve sobre mojado, también en este asunto. Aznar consiguió elevar a ERC a sus más altas cotas y, tras su descenso, Rajoy va a conseguir que llegue a cotas inimaginables hace unos pocos años. Claro que él no está solo, se encuentra acompañado por las decisiones de un Tribunal Constitucional que en su afán de que nada se mueva, va a conseguir que todo se ponga patas arriba, allí en Cataluña y no sabemos lo que pasará en otros lugares de esta España de nuestras entretelas.

Relacionado con este evento, o paralelo a él, se produjo el bochornoso espectáculo de los ultraderechistas agrediendo a los nacionalistas catalanes en su celebración de la Diada en una librería madrileña. Claro que también en esta ocasión llueve sobre mojado cuando vemos la permisividad, cuando no la justificación, de los dirigentes populares ante el espectáculo que sus cachorros nos dan, un día sí y otro también, con saludos fascistas al amor de las banderas aguileñas que parece gustarle tanto.

Esperemos que algún día alguien haga que el agua que nos caiga sea fresca y sirva para limpiar la atmósfera y asentar el polvo, porque si no ¿cuántos bochornos más tendremos que pasar antes de que escampe de una vez por todas?

 

Teodoro R. Martín de Molina. 16 de septiembre de 2013.

*En noviembre de 2010 ya publiqué otro artículo con este mismo título, pero el asunto no tenía nada que ver con éste, por eso lo repito.

<<VOLVER A OPINIÓN>>