Fran Extremera

El Gobierno ha aprobado ya un baremo público que establece los sueldos de los cargos municipales a partir de 2013, incluidos los de los alcaldes. Se fija en función de la población, el tamaño del municipio y otras circunstancias socioeconómicas. Pero existen regidores, pocos, apenas cinco, que en la provincia de Málaga carecen de sueldo público, con independencia del cobro de sus dietas.

Los alcaldes de Estepona, Frigiliana, Totalán, Parauta y Gaucín, este último por decisión de los grupos de la oposición, contribuyen con su propio ejemplo a recortar los gastos en las arcas de sus consistorios. Llama significativamente el caso del regidor de Estepona, el popular José María García Urbano. Renunció desde el primer día a 100.000 euros anuales, entre sueldo y gastos derivados del coche oficial, y subraya que con esa cantidad se peatonaliza una de las principales plazas del municipio o se amortiza, durante dos años, el comedor social que a diario atiende a un centenar de personas necesitadas. «No soy quién para juzgar a los demás. Cada uno tiene sus circunstancias. Yo conozco las mías», explica después de preguntarle acerca de si su ejemplo debería proliferar entre compañeros de otras localidades.

La crisis económica plantea un nuevo marco económico en las arcas municipales. Está abierto un debate constante que en Gaucín, donde el PP gobierna en coalición con el PSOE, ha dejado a Pedro Godino sin asignación económica desde enero. A propuesta de Convergencia Andaluza e Izquierda Unida, las fuerzas de la oposición con la abstención de los dos ediles socialistas, el regidor ha tenido que volver a dedicar buena parte de su tiempo al taller de carpintería que posee. Sostiene que la medida responde a una «estrategia de desgaste», porque sólo puede atender su negocio «durante dos o tres horas al día». Incluso lamenta que pierde toda su jornada laboral cuando se ve obligado a viajar a Málaga o Sevilla.

Las circunstancias del máximo responsable municipal de Frigiliana también son peculiares. Cada mes tiene que recorrer un mínimo de 3.000 kilómetros para atender su puesto de trabajo en el interior de la Axarquía, en un colegio rural con unidades en Sayalonga o Sedella. Optó hace ya 17 años –los que suma como regidor– por mantener su empleo, de forma que el Ayuntamiento «no tuviese que hacer frente a sus gastos». Justo como indica el alcalde esteponero, este responsable municipal andalucista sostiene que con esas cantidades puede mejorar las calles del casco histórico de su municipio o afrontar la reparación de otro tipo de vías públicas.

Agrega que, con esta iniciativa u otras similares, «pese a que en ocasiones uno se plantee lo que cuesta en ocasiones mantener las dos ocupaciones, se consigue optimizar la economía local». Explica que su municipio es de los que presenta en la Axarquía una mejor situación financiera, casi con los pagos al día con proveedores y sin deudas de otro tipo.

Apela a la «ética» como alcalde. El socialista Miguel Ángel Escaño, regidor de Totalán, desarrolla su ocupación como ATS en un centro médico de la barriada malagueña de El Palo. En este caso, el regidor apela a la «ética profesional» para no depender de la economía de sus vecinos a la hora de recibir una compensación económica por su cargo. Y de su planteamiento parten una serie de interrogantes que, comunes a todos los municipios malagueños, nos llevan a comprender la indignación de muchos políticos por esa impresión «generalizada» que llega a la ciudadanía.

«La política local es muy diferente a la que se construye desde los despachos de Málaga, Sevilla o Madrid. Aquí si no respondes a lo que tus vecinos esperan, tardas cuatro años en estar en la calle. El examen lo pasas a diario. Pero da pena ver que por algunos alcaldes corruptos paguemos todos», señala el concejal de Turismo de Canillas de Albaida, Gustavo Romero. Este edil, que atiende a diario a los clientes del hotel y del restaurante que posee en la plaza del pueblo desde mucho antes de proponerse siquiera su incorporación a las listas del PP, señala que no es fácil «siendo joven» apostar por la vida pública.

Como en su caso, multitud de dirigentes locales pierden la cuenta del número de horas que dedican a atender sus ayuntamientos. En los municipios de mayor tamaño es una constante no recibir una compensación económica fija para atender sus ocupaciones. Pero de forma idéntica les ocurre a aquellos concejales que acumulan menos delegaciones en consistorios de mayor tamaño, con más de 20 concejales en sus salones plenarios.

Hay alcaldes de grandes ciudades, no obstante, con sueldos que superan con creces el del propio presidente del Gobierno, fijado en 78.185 euros en los Presupuestos Generales del Estado. Los nuevos baremos –cuyas cifras todavía no se conocen– establecerán los sueldos para las localidades. Cabrá así la posibilidad de que dichos alcaldes (a pesar de gobernar municipios de entre 300 habitantes y poco más de mil quinientos) cuenten con una pequeña asignación. Eso, si las nuevas intenciones del Gobierno no eliminan sus administraciones, obligándoles a fusionarse con otros pueblos.

Este pasado jueves habló precisamente de este aspecto el alcalde de Vélez Málaga, Francisco Delgado Bonilla, en un foro comarcal de cargos públicos del PP. Durante un intenso debate sobre financiación local y razón de ser de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol-Axarquía, también se planteó que determinados servicios locales deberán ser gestionados por este organismo comarcal, de manera que los consistorios de las localidades más pequeñas no vean peligrar su futuro.

Y, paradójicamente, en estos enclaves, donde el alcalde acapara con frecuencia numerosas delegaciones y hasta funciones propias de la Policía Local o de los servicios municipales que están sobredimensionados en grandes consistorios, el regidor «está a disposición de sus vecinos las 24 horas del día».

El debate pasa, precisamente como ha planteado el Partido Popular en la comarca de la Axarquía, por «mancomunar los servicios y transformar radicalmente lo que han sido hasta ahora las administraciones supramunicipales». De ese nuevo mapa, inédito desde que comenzó la transición democrática en el país, saldrán los ansiados pilares para una economía local «mucho más ajustada».

Estepona / José M. García Urbano
Un salario para construir plazas y comedores
La decisión del regidor de Estepona, el popular José María García Urbano, no tiene plazo. «Yo no voy a cobrar del Ayuntamiento mientras sea alcalde», asegura. En su caso, adoptó la medida nada más tomar la vara de mando. Liberó a las arcas municipales de un salario de 80.948 euros asignado a su cargo, renunció a un coche oficial que suponía un coste anual de 20.000 euros al año y también optó por no disponer de móvil corporativo. «Voy de mi casa al ayuntamiento en mi coche», asegura. Esos más de 100.000 euros de ahorro son equivalentes al coste de la peatonalización de la plaza Ortiz. «Es una de las obras más importantes que hemos hecho. Se pueden hacer dos plazas como ésa con mi sueldo», calcula. También, con este dinero, «se mantiene un par de años el comedor social de la ciudad». Este servicio atiende a unas 100 personas diariamente. Sobre la decisión de sus homólogos no opina: «No soy quién para juzgar a los demás. Cada uno tiene sus circunstancias. Yo conozco las mías», subraya. Las suyas y las de un Consistorio con una deuda heredada de más de 300 millones. Ahora el regidor le pide esfuerzos a la plantilla municipal aunque reconoce que «no tienen la culpa de que en Estepona haya habido políticos tan tenebrosos».

Frigiliana / Javier López
Recorre 600 kilómetros semanales
Javier López es el alcalde andalucista más veterano de una comarca como la Axarquía donde las carreteras por el interior no son ni mucho menos cómodas. Resulta así mucho más significativo el esfuerzo semanal de este regidor que desde 1995 no ha dejado de trabajar en la escuela rural Almijara, con sede principal en Sayalonga. «Desde un principio pensé que todo lo que supusiera un ahorro para el Ayuntamiento iba a ser bueno para mi pueblo. Si yo podía tener mi salario trabajando un cupo de horas marcado por la normativa estatal, como es el de diez horas semanales, para qué iba a cargar más a mis vecinos». López es consciente de que para muchos alcaldes no es posible compaginar su puesto de trabajo con la alcaldía, «sobre todo en los municipios más grandes». Y, con esos parámetros, «comprende» que se quiera impulsar una nueva legislación que permita «tarificar» la remuneración de los regidores y cargos municipales en función de la población empadronada en cada término. En su caso, tener que desplazarse desde Frigiliana hasta municipios como Sedella, Salares, Árchez o Sayalonga equivale a un mínimo de 600 kilómetros semanales. Del Consistorio «sólo cobro las dietas, porque por plenos todo lo que está establecido lo reservamos para el PA local».

Totalán / Miguel Ángel Escaño
Compagina su labor de alcalde con la de ATS
Miguel Ángel Escaño López además de ocupar la alcaldía por parte del PSOE en el municipio axárquico de Totalán, que apenas llega a albergar a 800 habitantes, también trabaja como ATS en el centro de salud de El Palo. Precisamente de este último empleo es del que cobra su sueldo, «renunciando a la cantidad correspondiente por ser regidor» de este pueblo. Y todo pese a que podría cobrar su retribución en el Ayuntamiento dejando su ocupación sanitaria, como marca la legislación, y sin perder su puesto laboral de cara al futuro. «Podría hacerlo, aunque por ética profesional prefiero hacerlo de esta manera. Me parece mucho más lógico», señala Escaño. Durante más de 20 años lleva desempeñando su labor en el Servicio Andaluz de Salud, «tanto de enfermero de base como de guardia», resalta Escaño, «alternándola» con su faceta política. «Al principio era un poco complicado llevar las dos cosas para adelante, pero todo es cuestión de administrarse el tiempo, ya que se le puede poner toda la dedicación», apunta el regidor totalaneño, que lleva desde hace cinco años al frente del Consistorio. Precisamente esto supone también un ahorro para las arcas municipales en tiempos de crisis económica «ya que antes ha habido alcaldes que sí han cobrado ese sueldo».

Gaucín / Pedro Godino
Sin sueldo, por culpa de la oposición
El alcalde de Gaucín, el popular Pedro Godino, cumplió hace escasos días tres meses sin cobrar. El Consistorio atraviesa desde hace varios años dificultades económicas y en estos momentos se adeudan las dos últimas nóminas a los 30 funcionarios municipales y 1,9 millones de euros a proveedores, que han sido incluidos en el plan de pago puesto en marcha por el Gobierno central. Una moción presentada a finales del pasado mes de enero en pleno extraordinario, a instancias de Convergencia Andaluza (CANDA) e Izquierda Unida, consiguió que se retirase la asignación económica fija que existía para el alcalde. La propuesta fue aprobada por mayoría, aunque la medida es temporal y se encuentra pendiente de revisión. Dicha moción fue en concreto respaldada por los cuatro votos de CANDA e IU, tres votos en contra del PP, y la abstención de los dos concejales del PSOE –socios de gobierno de Pedro Godino en el Ayuntamiento de Gaucín–. «Es una estrategia de desgaste para quitarme del medio», afirmó Godino, propietario de un pequeño taller de carpintería. «Así es complicado, porque dedico toda la mañana a las labores propias de un alcalde y sólo puedo trabajar entre dos y tres horas al día en mi taller. Y cuando tengo que viajar a Málaga o Sevilla, pierdo todo el día».

Parauta / Mª Carmen Gutiérrez
Tres legislaturas sin cobrar
Un caso muy peculiar es el de María del Carmen Gutiérrez, alcaldesa socialista del municipio de Parauta, en el Valle del Genal. En estos momentos cumple su tercera legislatura al frente del Consistorio y durante todo este tiempo ha trabajado por su localidad de manera altruista. «Nunca he cobrado, a excepción de dietas o desplazamientos cuando la situación lo requiere», afirma orgullosa. La regidora desempeña una labor paralela como maestra de Educación Infantil en un centro escolar del Alto Genal. «Ayuntamientos tan pequeños como el de Parauta no pueden pagar un sueldo y como no puedo dejar de trabajar, he encontrado el modo de compatibilizarlo. No sé cómo pueden salir adelante consistorios similares pagando a los representantes municipales, pero aquí no sería posible», expresa. El de Parauta es un Ayuntamiento totalmente saneado. De hecho, «es de los pocos de la provincia que cuentan con superávit. Estamos al día». Y agrega la regidora que no deben «absolutamente nada a proveedores; ni ha sido necesario poner en marcha un plan de ajuste como en muchos ayuntamientos de la provincia». Tampoco reciben asignación económica sus concejales, que sólo cobran lo estipulado por su participación en los plenos de la corporación municipal.

Texto de Princesa Sánchez, Fran Extremera, Juanjo Zayas y Manolo Guerrero