BLAS GIL.
RONDA El
equipo de
gobierno del
Ayuntamiento
de Gaucín
(compuesto
por dos
ediles del
PP y cuatro
del PA),
está
debatiendo
estos días
quién será
el nuevo
alcalde,
después de
que
Francisco
Ruiz, del PP,
haya
anunciado su
intención de
presentar su
dimisión en
los próximos
días, por
temas
personales.
Ruiz, que
durante la
pasada
Semana Santa
fue acusado
por el PSOE
(el único
partido de
la
oposición)
de haber
desaparecido
del pueblo
debido a la
pésima
situación de
las arcas
municipales,
volvió al
municipio
para
desmentirlo
y explicar
que se
encontraba
de
vacaciones.
Al mismo
tiempo hizo
público el
anuncio de
su próxima
dimisión.
Así las
cosas, ahora
Gaucín busca
al que será
su tercer
regidor de
esta
legislatura,
ya que
anteriormente
el
socialista
Teodoro de
Molina
perdió la
alcaldía en
2008 con una
moción de
censura
promovida
por PP y PA,
que colocó a
Ruiz como
presiente de
la
corporación.
Pero la
elección del
nuevo
alcalde está
resultando
complicada,
ya que, en
un
principio,
no hay
muchos
ediles
dispuestos a
coger las
riendas de
un
Ayuntamiento
prácticamente
en quiebra,
que tiene
todos los
meses
dificultades
para pagar
las nómina a
los
funcionarios
y que
arrastra una
deuda de
unos 3
millones de
euros. Todo
ello sin
apenas
ingresos
importantes.
El hasta
ahora
alcalde ha
señalado que
se están
manteniendo
contactos
para decidir
quién será
el nuevo
regidor y,
de momento,
todo apunta
a que no
será del PP,
ya que el
otro edil de
esta
formación,
Diego
Trujillo,
también ha
expresado su
intención de
renunciar al
acta de
concejal.
Por ello,
ahora se
postulan
como
posibles
candidatos
para ocupar
el sillón
municipal el
primer
teniente de
alcalde,
Francisco
Macías, y la
segunda
teniente de
alcalde,
Carmen
Cantudo,
ambos del PA
y quienes al
igual que
los otros
dos ediles
andalucistas
del grupo
municipal
están
imputados en
presuntos
delitos
contra la
ordenación
del
territorio,
según la
Fiscalía,
por haber
concedido
licencias de
edificaciones
en suelos
rústicos no
urbanizables,
y con
informes
técnicos
contrarios.
Mientras, el
otro posible
candidato,
aunque menos
improbable,
el
socialista
Teodoro de
Molina, (que
sólo cuenta
con tres de
los nueve
ediles de la
corporación),
ha
descartado
rotundamente
la idea de
pactar con
"concejales
que están
imputados
por
delitos", en
clara
referencia a
los
andalucistas.
También está
prácticamente
descartada
la
posibilidad
de que se
vuelva a
editar un
pacto PSOE-PP
como el que
se firmó al
comienzo de
esta
legislatura
y que situó
inicialmente
a De Molina
en la
alcaldía.
Con todo
ello Gaucín,
uno de los
pueblos más
convulsos de
Andalucía,
ahora se
enfrenta a
un nuevo
cambio de
timón.