Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

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OPINIÓN

"LA 'GOBIERNA' "
   

    Perdonadme que haya utilizado esta aberración lingüística para titular el artículo que sigue. Mas, aunque el título os suene raro, parece que así, siguiendo la línea correcta de hablar políticamente correcto, debemos pronunciarnos según nos lo quieren imponer algunos partidos políticos y en este caso –podéis suponer que a mi pesar– fundamentalmente los de izquierda, es como deberíamos llamar al gobierno nombrado por Zapatero después de las últimas elecciones. Esto de que los políticos hayan acabado de un plumazo con el genérico y ese afán por redundar al repetir el femenino o el masculino detrás del masculino o el femenino (a veces inventando palabras imposibles) me lleva en todo lúdico y festivo a titular así este artículo debido a que por primera vez el número de mujeres supera al de hombres en el gobierno de la nación y parece que es esto lo que más gustito le da al presidente. A mí me deja indiferente y sólo espero que en el ejercicio de su actividad, tanto los varones como las hembras, sean capaces de destacar porque siempre lo hagan de acuerdo con los intereses de toda la nación y de todas las naciones.
    Esto que a Zapatero le produce tanta satisfacción y que a otros les suena a discriminación positiva y no a currículo o méritos de las nombradas, a cualquier ciudadano de la calle nos debe parecer normal, ya que normal es que las mujeres superen, y no en ese exiguo número que lo hacen en el Consejo de Ministros, sino en proporciones a veces escandalosas, a los hombres en muchos de las actividades que hacen que nuestra sociedad funcione.
    A modo de ejemplo puedo citar dos ámbitos que me son muy familiares, como los de la educación y la sanidad. A nadie se le escapa que cuando entramos en un colegio, en un instituto o en una universidad el número de docentes del género femenino puede sin mucha dificultad doblar a los del género masculino. Si nos adentramos en un centro de salud o en un hospital la proporción de sanitarios mujeres respecto a los sanitarios hombres supera con creces a los del ámbito educativo. En cualquier otra parcela de la vida laboral, incluso en aquellas que siempre se consideraron actividades propias de los hombres, tampoco es extraño que las mujeres comienzan a ser más en número, y día a día ese número va aumentando porque (los que trabajamos en la enseñanza lo vemos todos los días) las féminas están tan capacitadas como los varones pero poseen una mayor motivación y más amor propio, en general, que estos.
    Lo que nunca he llegado a entender muy bien, y sería cuestión a analizar, es por qué siendo las mujeres mayoría en las profesiones antes referidas, como en otras muchas, y estando al menos tan capacitadas como los hombres, son estos los que ocupan la mayoría de los cargos de relevancia. Así son muchos más los catedráticos que las catedráticas, los directores que las directoras, los rectores que las rectoras o los adjuntos y jefes de servicio que sus homónimas femeninas. Será por eso por lo que nos puede sorprender que sean más las ministras que los ministros.
    Mas todo debe ser cuestión de tiempo y esto que acaba de hacer el presidente con el actual gobierno, dejará de parecernos extraño y se convertirá en moneda corriente como lo es en muchas otras esferas de la vida diaria. Lo cual supondrá un morrocotudo enfado (otro más) para todos esos machistas que escriben y hablan en periódicos y radios donde más acendradamente se velan por las más rancias costumbres carpetovetónicas de nuestro país o nación, hecho que a mí, particularmente, me hace esbozar una de mis más amplias sonrisas.

 
 Teodoro R. Martín de Molina. Abril de 2008

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