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Natalia de Molina: "Todas las veces que me han dicho 'no' me hacen tener los pies en la tierra"

La intérprete 'granadina' nacida en Linares, ganadora del Goya a la Actriz Revelación por 'Vivir es fácil con los ojos cerrados', está agradecida a su personaje, una chica soltera y embarazada en los años sesenta

25.02.14 - 00:01 -

Natalia de Molina nació en Linares, vivió hasta los 18 años en Granada y estudió Arte Dramático en Málaga.

Natalia de Molina nació en Linares en 1989, pero desde los 2 hasta los 18 años vivió en Granada. Estudió Arte Dramático en Málaga y desde 2011 reside en Madrid. Ha hecho teatro y cabaret, y tras una primera incursión en el cine con 'Temporal', su pNatalia de Molina: 'Todas las veces que me han dicho 'no' me hacen tener los pies en la tierra'apel en 'Vivir es fácil con los ojos cerrados', de David Trueba, le ha valido el Goya a la Actriz Revelación. Al recoger su premio, recordó a su personaje, Belén, una joven embarazada que, en 1966, se embarca con Antonio, un profesor de inglés, y Juanjo, un adolescente en fuga, en un viaje a Almería para conocer a John Lennon. «Yo no quiero que nadie decida por mí», dijo en su discurso en la gala.

-¿Cuándo decidió que tenía que marcharse de Granada para formarse como actriz?

-Estudié en el IES Cervantes, en Bola de Oro, y fue allí donde por primera vez hice algo de interpretación, sobre todo comedias, con el grupo de teatro. Me vino muy bien, porque soy bastante tímida, pero vi que me defendía y me di cuenta de que me sentía muy bien interpretando y contando historias. Después hice el bachillerato artístico en la Escuela de Arte.

-Tiene una hermana, Celia, que también es actriz. ¿Hay una vena artística en su familia?

-Mi tío, el hermano de mi madre, es Pepe Quero, actor y director de teatro en Los Ulen. Desde pequeñas íbamos a verlo cuando la compañía venía a Granada al Teatro Alhambra. Desde chicas, tanto yo como mis hermanas hemos vivido con total normalidad el dedicarse a algo artístico. Somos cuatro hermanas y yo soy la pequeña. Mi madre siempre nos ha dicho que le daba igual a qué nos dedicáramos, que lo importante es ser felices. Es una buena filosofía.

-¿Cómo fueron sus comienzos?

-Muy bonitos. Me independicé, me fui a Málaga e hice las pruebas de acceso para la ESAD en la especialidad musical, porque me gustaba cantar, bailar, interpretar... Quería hacerlo todo. Entré allí y fue un descubrimiento, estudiando lo que realmente me apasionaba y lo que amo.

-Empezó en el teatro. ¿Qué le ha aportado a su formación?

-Todo. Las tablas son muy importantes. En el teatro puedes vivir el personaje de principio a fin, sin parar. Te da mucha libertad: lo que está pasando es en ese momento. Si te equivocas, tienes que solucionarlo como puedas. El público está delante y estás viendo en ese mismo momento lo que sienten. Y dura ese espacio de tiempo que es la obra de teatro. En el cine, se ruedan secuencias del final de la película y luego vuelves al principio. Y una película dura siempre.

-Ha estudiado música y danza y ha hecho cabaret. Después de su experiencia en el cine, ¿seguirá por ese camino?

-No descarto nada. A mí el cabaret y lo que estaba haciendo justo antes de que me llamaran para el papel, que era 'La Mirilla', en el teatro, me gusta mucho. No puedo decir que solo voy a ser actriz de cine; tampoco las cosas están como para elegir mucho. Si yo pudiera elegir, me gustaría probarlo todo, hacer teatro, televisión y cine, por supuesto. Y dentro de cada especialidad, hacer comedia, hacer drama, tener una carrera versátil.

Modelos

-¿Quiénes son sus modelos en el mundo de la interpretación?

-Admiro muchísimo a Gena Rowlands, una actriz que trabajaba sobre todo con John Cassavetes, que era su marido. Cuando veo una película suya me pregunto cómo lo hace y me gustaría conseguir la mitad. Obviamente me gustan mucho Meryl Streep, Natalie Portman, Julianne Moore... Y soy muy fan de Marilyn Monroe...

-¿Y en el cine español?

-Javier Bardem es un monstruo de la interpretación. Victoria Abril me gusta muchísimo. De las más jóvenes, me encanta Verónica Echegui. Y Javier Cámara, claro, al que le debo tanto.

-Hace solo dos años que empezó en el cine. El reconocimiento le ha llegado muy rápido, con su primer papel protagonista... ¿Ha sido suerte?

-Es suerte pero también trabajo. Tuve la suerte de que David (Trueba) y Cristina Huete (la productora) confiaran en mí para hacer este personaje, que es maravilloso, en esta película, que es la película del año. Antes, cuando hacía pruebas y siempre me decían que no, lo pasaba un poco mal, pensando que quizá me estaba equivocando, que no tenía que dedicarme a esto, que nunca iba a conseguir la oportunidad, a pesar de que yo creía en mí. Yo me decía que valgo para esto, que lo necesito, que si me daban la oportunidad la iba a aprovechar... Cuando me llegó la película, de repente dije: las otras veces me han dicho que no porque esta vez tenía que ser que sí. Toda la trayectoria anterior de luchar, de intentarlo e ilusionarme y de que las cosas no salieran me ha hecho estar con los pies en la tierra ahora. Cuando me dieron el papel, nada más leerlo, pensé: 'No puedo desaprovechar la oportunidad; tengo que dar lo mejor de mí para que la gente entienda el personaje y la película sea como David quiere'.

-¿Qué siente por Belén, la chica a la que interpreta en 'Vivir en fácil con los ojos cerrados'?

-Es un bombón, es maravillosa y me ha enseñado muchísimo. Me ha aportado más conciencia de que hay que luchar por la libertad de cada uno y de que cuando la consigamos cambiarán las cosas también socialmente. Era una mujer luchadora que quería poder decidir sobre su vida. Mujeres como ella, y también hombres como los personajes de Antonio y de Juanjo, eran unos rebeldes que pedían la libertad de cumplir sus sueños, por locos que fueran. Me ha aportado muchísimo. Yo a Belén la voy a tener siempre ahí, ya no solo como personaje, sino por todo lo que me ha pasado desde que entré en la película gracias a ella. No la voy a olvidar en la vida.

Embarazadas y solteras

-Tengo entendido que habló con su madre para entender mejor al personaje...

-Mi madre vivió aquella época y conocía muchísimos casos como los de Belén: vecinas que se iban y todo el mundo sabía que era porque estaban embarazadas y solteras, y eso era un escándalo, y luego volvían con un niño, como si no hubiera pasado nada, como si fuera un primo o un hermano. Me contó muchas cosas que a mí se me escapaban porque no viví en aquella época.

-¿David Trueba es tan tranquilo y amable rodando como aparenta?

-Si, es tal cual se ve. Una persona muy tranquila pero que sabe decir lo que quiere, muy claro, que genera total confianza para hacer, deshacer, probar... Es un placer trabajar con él porque te hace sentir muy bien en el rodaje, muy a gusto, como si estuvieras en familia.

-¿Y Javier Cámara?

-Javier es una persona muy expansiva, muy hacia afuera, muy graciosa. Siempre estaba haciendo bromas para que todos estuviéramos más tranquilos y más sueltos. Cuando íbamos a hacer una secuencia más difícil, me daba un abrazo y me animaba. Es un profesional como la copa de un pino.

-Trueba ha comentado que en la primera audición usted disimuló su acento porque no sabía que se trataba del papel de una chica andaluza. A veces se identifica el acento andaluz con cierto tipo de personaje, el gracioso, el chistoso... ¿Lo ve así?

-Sí. La verdad es que sí existen clichés con los acentos, aunque también con los catalanes, con los vascos... Lo bueno que tiene David es que le encanta la riqueza que hay en España en el habla, y no le importan los acentos, incluso le gustan, porque representan una realidad que existe. Nadie habla igual; el acento de Madrid no es el mismo que el de Valladolid. A mí ya me habían puesto muchas veces pegas con el acento y no quería que en una prueba para una película con David Trueba me echaran para atrás porque me notasen que soy andaluza. He trabajado mucho el acento y puedo hablar perfectamente con un acento neutro, pero no sé por qué ahora estoy superandaluza otra vez. Fui a la prueba hablando con el acento neutro y les gusté muchísimo, pero claro, ellos estaban buscando una andaluza. Siguieron buscando y, cuando volvieron a mí, fue cuando me preguntaron de dónde era. Y yo dije: 'Pues soy de Graná'. Y me dijo David: '¿Te atreves a hacer el casting en andaluz?'. Yo lo miré como diciendo... ¡claro! Lo hice y entré en la película.

Nervios en los Goya

-¿Cómo vivió la gala de los Goya? ¿Estaba nerviosa?

-Llegué muy tranquila porque no íbamos con ninguna expectativa. Yo pensaba que no podía pedir más que estar nominada en la primera película que hago. Estaba disfrutando del momento, viéndolo todo... Pero cuando tocó mi nominación sí me puse muy nerviosa. Pensaba: como digan mi nombre, me voy a caer por las escaleras, qué vergüenza... Y cuando lo dijeron, no me lo podía creer. Cuando terminé el discurso no me acordaba de nada de lo que había dicho. Estaba muy asustada porque pensaba que se me había olvidado citar a mi padre. Luego resultó que no.

-Hay quien critica que en los Goya se hable demasiado de política. Usted aprovechó para reivindicar el derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto, un problema que afecta directamente al personaje por el que le han premiado.

-Una gala del cine no tiene que convertirse en un acto político, pero los que salen a recoger premios tienen la oportunidad de darle voz a mucha gente que no la tiene. Personalmente yo quería decir eso porque soy actriz, pero también soy ciudadana. Me da pena e impotencia que se repitan situaciones como hace tantos años. Me parecía una manera bonita de reivindicar algo como mujer que soy. A quien le parezca bien, bien, y a quien le parezca mal, mal . Con total respeto y que cada uno piense lo que quiera.

-Una de las premiadas comentaba que tiene un 'goya' pero no sabe si podrá pagar el alquiler. ¿Tan mal está la profesión?

-Está mal. Todavía no tengo ninguna oferta de trabajo, pero las cosas hay que lucharlas. Está mal la profesión, pero está mal todo, no solo los actores, también en la educación, en la sanidad, en el periodismo... Es verdad que la cultura está muy mal y se están haciendo muchas cosas sin cobrar. La gente necesita comer y vivir de su trabajo. No se pueden hacer las cosas gratis siempre.

-Desde que recibió el premio, ¿ha tenido oportunidades de trabajo?

-Ahora mismo estoy haciendo castings pero aún no han terminado. Estoy preparando una cosa con un amigo director, porque si no sale nada, lo tienes que hacer tú: es un monólogo sobre las últimas 24 horas de vida de Marilyn Monroe. Es un reto muy grande.

http://www.ideal.es/granada/20140225/mas-actualidad/cultura/natalia-molina-todas-veces-201402250001.html


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