ERMITAÑO DE ANTAÑO
Inexorable como la vida misma, no tienes envejecida tu carita de nieve; ojos bellos y jóvenes, tierno ruiseñor de las cumbres, ermitaño de hoy, de ayer y de antaño; el viento y el sol, la luna besan, cánticos de plegarias, velas encendidas, penumbra del recinto, olor de albahaca, claveles blancos y rojos, y en el azul del cielo adornado música celestial y arpas cantoras de nácar y alabastros y unos pies de jazmín; rasos finos de encajes cubren su lindo cuerpo, pedrería de oro, tisú y terciopelo, en sus manitas, pétalos de rosas, abierta una granada, desbordando colores, manantial de dulzura, el sabor de sus besos
¡Bendito, mil veces bendecido!, niño divino y santo, difuso entre nubes, mariposas, ermitaño de hoy, de ayer, en mis recuerdos dormidos.
Nota. Éste y los demás trabajos de nuestra paisana Ana Mª del Carmen Corbacho Jiménez, que publicamos en la sección "Colaboraciones" de La Gaceta de Gaucín, se los debemos a la amabilidad de su hijo Ricardo Gálvez Corbacho que periódicamente se pone en contacto con nosotros para enviarnos los sentidos poemas y relatos de su madre. |