El re-enactment o moda de la recreaciones históricas está cundiendo en el interior de la provincia. Un territorio tan agreste e incomunicado a lo largo de los siglos como éste ha sido por su propia naturaleza caldo de cultivo de leyendas y episodios históricos extraordinarios que ahora vuelven al imaginario colectivo en forma de teatro popular y callejero para convertirse en una reformulación de las clónicas fiestas de pueblo del interior ahora con vecinos metidos a bandoleros, soldados de la resistencia al francés, héroes en la Independencia americana o cristianos que se niegan a ser moriscos.

De hecho, el bello municipio de la Sierra de las Nieves, Alozaina, evoca por primera vez este fin de semana la épica batalla de 1570 en la que su heroína local, María Sagredo se enfrentó al ataque del ejército musulmán. La I Recreación Histórica María Sagredo 1570. Emboscada en Alozaina, tendrá tres jornadas, desde hoy, para revivir aquellos días.

En ellas, muchos de sus vecinos, interpretarán a sus antepasados como personajes de las luchas entre moriscos y cristianos en quince escenas. Toman el testigo de otra exitosa y reciente recuperación histórica del pasado local como la experimentada en El Burgo, municipio vecino y que hace dos años reprodujo con decenas de participantes Pasión bandolera, una especie de telenovela viviente sobre la historia del bandolerismo en la zona, muy fecunda en leyendas de todo tipo.

Por su parte, la capital vivirá este sábado la recreación de la figura de Teodoro Reding, que en la Plaza de la Constitución de Málaga recibirá su homenaje anual al general y corregidor, artífice de la victoria en la batalla de Bailén (1808), así como a los miles de voluntarios que lo siguieron. Será una fecha redonda para recordarlo con el bicentenario del fin de aquel conflicto que sepultó los anhelos de La Pepa.

En ella habrá tiempo para el ya tradicional desfile de grupos de recreación histórica, que comenzará a las 12 horas en la Fuente de Reding, con interpretación de himnos y salvas de honor de fusilería y artillería con las armas de la época. La jornada se completa con la V Ruta conmemorativa, y teatralizada, de la defensa de Málaga frente a las tropas napoleónicas, con explicaciones en los puntos más importantes de la resistencia en la ciudad.

Es sólo otra de las muchas dramaturgias con personajes amateur que se prestan a estas recuperaciones pues en Ronda ya esperan ansiosos la llegada de sus fiestas de finales de mayo donde se pondrá de largo Ronda romántica, un programa ambicioso que travestirá a todo un pueblo y lo remitirá a dos siglos antes. Incluso hay actividades que reivindicarán la música de la época como un festival flamenco con especial atención a los cantes del terruño y de época como la caña, la rondeña o la serrana.

Son sólo algunas de las citas que se vienen en estos días pero quedan por el calendario de la canícula otras de interés, como la del 4 de julio en Macharaviaya donde se honra la memoria, con gran parte del pueblo enarbolando la bandera de las barras y las estrellas, del almirante español y local, Bernardo de Gálvez, cuya actuación fue decisiva junto a los rebeldes americanos en la Guerra de la Independencia contra el inglés, sobre todo en Pensacola en 1781. El pueblo por unas horas revive aquellas heroicas escaramuzas que le valieron al macharatungo el estar a la derecha del padre de la patria, George Washington en el desfile de la victoria.

Gaucín es otro pueblo que toma sus calles como escenario y al vecino como actor. Así esta misma semana representó La V Recreación Histórica de la Toma de Gaucín por los Franceses y su inmediata liberación en 1810.

El sábado tocó la toma del pueblo, con los puestos de centinelas y guardias en edificios municipales como El Convento, puertas principales del Castillo del Águila y puerta del Cementerio. El domingo, como desenlace, llegaron los guerrilleros serranos al mando del ilustre oficial de la guerrilla nacido en Cortes de la Frontera, José Serrano Valdenebro, para liberar el enclave.

En Teba por ejemplo, a principios de agosto, recuerdan también con pasacalles y momentos dramatizados la muerte de Sir James Douglas en 1330, al que un rey escocés, pidió que enterrara su corazón embalsamado en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Cosa que no pudo hacer al implicarse en la toma del castillo de Teba para los cristianos. En ella llegan a participar hasta británicos de Gibraltar.