Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

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OPINIÓN

 

Desprestigia, que algo queda

 

 

Después de más de cuarenta años en la enseñanza y a pocos meses de la jubilación, creía que ya lo tenía todo visto. Pensaba que ya estaba curado de espanto y que ya había oído de todo, menos bonito, referido a los profesionales de la educación. Pero aún quedaban doña Esperanza y doña Ana para poner la guinda al pastel del desprestigio consuetudinario de los enseñantes y de la enseñanza.

              Expresiones como las vertidas por las dos políticas del PP, o parecidas, las hemos oído en multitud de ocasiones. Lo que ocurre es que casi siempre las dichas frases provenían de personas poco cultivadas o de aquellas otras a las que se les presume cierta cultura pero que chorrean una envidia y una inquina contra todos aquellos que a su parecer viven mejor que ellos, que se les nota  a la media legua, nunca de políticas de tanta relevancia y con tanto poder de presencia en los medios.

              Siempre hemos estado en boca de todos. Los maestros, los más denostados, pues ocupamos el último lugar del escalafón, se están viendo acompañados por los profesores de instituto, ya que estos están ahora más en contacto con la verdadera esencia de la educación y la formación, me quiero referir al hecho de que tienen frente a ellos a la universalidad del alumnado hasta los 16-18 años, sin que hayan pasado todavía por los distintos tamices que antiguamente solían seleccionar a los especímenes estudiantiles más predispuestos por sus capacidades o por su entorno a trabajar en pos de conseguir su éxito como estudiante. El profesorado de universidad, los catedráticos y todos aquellos que pertenecen a las más altas capas del estrato docente, se suelen escapar de la quema, ni se les mencionan; se les conoce tan poco, están tan enfrascados en sus investigaciones, sus charlas, sus conferencias, sus mesas redondas…, se les ve tan rara vez por las aulas que en ocasiones ni sus propios alumnos tienen motivos para quejarse de ellos, muchos menos el populacho que apenas si sabe que existen. ¡Qué decir de otros estamentos de la sociedad que pertenecen a la élite del funcionariado! Aquí, en este país, el lema es el lema y leña al mono, al maestro y al funcionario de la ventanilla, que trabajan poco y lo poco que hacen lo hacen mal. ¡Picando piedra tenían que estar!

              No voy a entrar a analizar la profunda estupidez de la frase en cuestión porque es evidente que un diputado no cobra por ir al congreso una vez a la semana y pulsar el botoncito del “si” o del “no” en el pleno, aunque se lleve alguna dieta por ello, y, en buena lógica, todos suponemos que debe de hacer algo más. También sería de igual lógica pensar que un docente no sólo trabaja las horas lectivas, que ya son horas delante de 30 angelitos un día tras otro a lo largo de todo un curso y otro, y otro…, pero para ello hay que ser lógico, tener lógica y saber aplicarla a la vida diaria, cosa que al parecer no está al alcance de todos y todas. Supongo que todo sería un desliz de la lideresa, como posteriormente ha reconocido ella misma con su gracejo y fraseología tan peculiar, y seguro que la Sra Botella estará a punto de hacerlo.

              En este afán por recortar de aquí y de allá seguro que la Sra Aguirre muy preocupada por los temas educativos se dijo que dónde mejor que meter las tijeras que en la educación y de paso para contentar al vulgo no hay nada mejor que aumentarle el horario a los docentes que todo el mundo sabe que son unos vagos y con ello no sólo recorto sino que me gano el aplauso del respetable. Dicho y hecho. Le mando una cartita con algunas faltas de ortografía y me quedo más ancha que pancha. Me disculpo después porque “el que tiene boca se equivoca” y la culpa de la mala ortografía se la echo a los duendes de las technologies, nuevas o viejas, que más da. Aunque también se las podía haber echado, con más razón que una santa, a sus maestros y profesores que no le enseñaron ni siquiera el uso de las mayúsculas, la puntuación correcta o a colocar las tildes adecuadamente.

              La trampa está ahí, en el aumento de horas lectivas del profesorado lo cual lleva encubierto un serio recorte de las plantillas de los centros con lo que, como es evidente, va a hacer que se resienta la ya no muy plausible calidad de la enseñanza en los mismos. La Presidenta de la Comunidad de Madrid, la misma que hace un par de años convirtió a los profesores en autoridad pública, la misma que el año pasado proponía el bachiller de excelencia (los mejores con los mejores), ahora reduce taimadamente la plantilla del profesorado de modo que se ahorrará unos cuantos euros para otras necesidades más perentorias pero que no cabe duda que van en menoscabo de la educación pública.

              Pero si la trampa está en la reducción de personal, algo que puede ser pasajero, el verdadero daño a todo el sistema educativo está en la imagen que nuevamente se da de los docentes como un colectivo que trabaja poco, que cobra mucho y que se pasa medio año de vacaciones. Está visto que desde “el pasas más hambre que un maestro escuela” hasta el “trabajas menos que un maestro” han transcurrido muchos años, la sociedad ha evolucionado en todos los sentidos, pero están aquellos y aquellas que, premeditadamente o no, cada vez que pueden se encargan de echar una nueva palada de tierra sobre los pilares de todo el sistema que no son otros sino los docentes, los maestros y maestras, profesores y profesoras en cuyas manos dejamos la educación de las futuras generaciones, ahí es nada, y después, cuando los denigramos y los dejamos a los pies de los caballos, queremos disculparnos con cuatro chascarrillos de poca gracia y peor gusto. Con comportamientos de este tipo nos dejan bien a las claras lo preocupados que están por la educación y todo lo que le rodea.

              Y después nos hablan con desprecio de la generación LOGSE. Menudos son estos intelectuales y los que los apoyan.

             

 

Teodoro R. Martín de Molina. 8 de septiembre de 2011. (Día del Santo Niño Dios de Gaucín)

 

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