Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

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OPINIÓN

 

DESDOBLAMIENTO DE PERSONALIDAD

 

Ya sabéis que soy eso que en la filosofía del pueblo se da en llamar “maestro liendre”, aquel “que de todo sabe y de nada entiende”. Y la verdad es que en muchos órdenes de la vida me he considerado algo parecido: no soy experto en nada y me suelo defender medianamente en muchas de las habilidades manuales e intelectuales a las que me acerco. Algo así me ocurre con esto de los artículos de opinión en los que, como la mayoría de los opinantes y tertulianos al uso, trato con más voluntad que acierto de exponer mis ideas sobre los más variados asuntos de los cuales casi nada entiendo.

            Si fuese experto en psicología, ahora traería a colación teorías y más teorías acerca de la frase que da título a estas palabras, pero como no lo soy, ni lo pretendo ser, espero que sólo con el enunciado y el desarrollo del discurso, los que leáis estas letras entenderéis perfectamente la propiedad del mismo.

            Seguro que ya algunos mal intencionados como yo sabrán que me quiero referir al presidente Camps y a sus múltiples argucias para evitar sentarse en el banquillo de los acusados, cosa que al final, como es de todos conocido, no ha conseguido a pesar de los pesares. Ha sido en el último intento por zafarse del banquillo en el que, por medio de sus abogados, se nos ha manifestado la doble personalidad del señor Camps, cuando cambiaron los términos de su declaración primigenia admitiendo la recepción de los tan traídos y llevados trajes como regalos. Arguyendo que los recibió en calidad de presidente del PP valenciano y no como Presidente de la Generalitat. Si a esto le añadimos que en su vida privada es amigo del alma de jueces y magistrados y otras altas instancias que tanto favor le hicieron, nos puede resultar que este buen señor es algo más que humano y que se aproxima a lo inverosímil siendo capaz de tener una personalidad distintas para cada uno de las situaciones que su diario vivir le depara.

            Pudiera ser que se reuniera con el Bigotes para quererlo un huevo como amiguitos, recibiera los trajes como Presidente del PP y adjudicara concesiones y contratos a las empresas de la trama corrupta como Presidente de la Generalitat. Como vemos, todo es perfectamente lógico y comprensible. En cada ocasión con un traje diferente, que el hábito hace al monje. Lo que ocurre es que a los mal pensados nos da por imaginar que eso es casi imposible, incluso siendo conscientes de las cualidades tan excelentes que adornan a estos dirigentes del PP, se nos hace difícil asimilar tal capacidad de disociación de la personalidad o personalidades.

            Así nos presentan al buen hombre siendo capaz de abstraerse de sus dos cargos y nos quieren hacer ver que los regalos que recibía como cargo del PP para nada influían en sus decisiones como Presidente del gobierno valenciano. Y pretenden que nos lo creamos. Que creamos al señor que juró y perjuró en público y en privado que él “por supuesto” se pagaba sus trajes, que no lo hacía con dinero suyo porque el pobrecito no andaba muy boyante, pero que para eso estaba la botica de su señora esposa donde el cash era abundante.

            Este señor, por lo visto sufre, en menor o mayor grado, del síndrome del doctor Jekyll y Mr. Hyde. El malillo aceptaba algún que otro regalo, el bueno no se dejaba influenciar para nada en sus decisiones ejecutivas. El uno nos miente alguna que otra vez, el otro es fiable al cien por cien, el primero es un poquito corrupto, poco más que la mayoría, el segundo es incorruptible. Seguro que iba a Génova a despachar con Rajoy como Presidente del gobierno valenciano o como Presidente del PP, pero cuando llegaba a la sastrería a que le tomasen medidas siempre lo hacía como cargo del PP. Allí, en la calle Génova, le pediría a Rajoy su apoyo incondicional en aquellos momentos difíciles, y Rajoy se lo dio y lo manifestó públicamente diciéndole que era un gran tipo y que estaría con él, delante, detrás o a su lado quizá también se quiera sentar a su lado en el banquillo. Y sobre todo le dio su máximo apoyo cuando lo aceptó como candidato en las pasadas elecciones autonómicas.

            Y el pueblo valenciano, que ése sí que es un pueblo sabio, formado y coherente, no como otros de más al sur, también lo valoró y le mostró su apoyo volviendo a darle la mayoría absoluta a él, en su doble vertiente, y a su partido. Al partido que, en esa comunidad de gente tan consecuente, sólo tienen un caso sonado de corrupción por provincia: Fabra en Castellón, Brugal en Alicante y Gürtel en Valencia, aunque este último les afecta de arriba abajo y traspasa fronteras hasta otras comunidades tan sabias como la valenciana que de igual modo y a pesar de los varios consejeros pringados en la trama y los sin número de alcaldes y concejales implicados en la misma, también le concedieron mayoría absolutísima al partido de Rajoy.

            Aún no estoy muy convencido de que el Sr. Camps presidente del PP o Presidente de la Generalitat llegue a sentarse en el banquillo, pero si llegara a suceder, perdonadme que sea mal pensado de nuevo, tengo mis dudas de que sea lo correcto que un dirigente “popular” sea juzgado por un jurado “popular” en la tierra de las flores, de la luz y del amor.

            Por mucho que lo intento no se me va la mosca de detrás de la oreja.

 

Teodoro R. Martín de Molina. 16 de julio de 2011

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