Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

OPINIÓN

Declaraciones

Ha sido ésta una semana en la que se han prodigado declaraciones de todo tipo, cada una de ellas dignas de ser recordadas para que no caigan en saco roto y que posteriormente puedan tenerse en cuenta a la hora de formar opinión sobre las personas que las emitieron o los colectivos o instituciones a las que éstas representan.

Algunas de ellas están relacionadas con todo lo que no se dijo por parte del PP antes del llegar al gobierno. Otras relativas a la nacionalización por parte de Argentina de YPF, la filial de nuestra multinacional REPSOL. Y una tercera referente a los asuntos varios conectados con la familia real española.

            Respecto a todo lo que no nos quisieron decir ni en precampaña ni en campaña los candidatos del PP sobresale por méritos propios las del senador por Córdoba y portavoz de Sanidad de su partido en el Senado, Jesús Aguirre. El portavoz popular, al que debemos agradecer su franqueza, aunque bien la podía haber tenido en su momento para que todos pudiéramos saber de qué iba la cosa, afirmó que como ya no estaban en campaña electoral y habían pasado las elecciones generales y andaluzas, era el momento de decir la verdad sobre el futuro de la sanidad pública española, que no era otra que es una utopía pensar en la solidaridad, universalidad y gratuidad del sistema sanitario español, y que lo demás es como la canción “Vamos a contar mentiras, tra-la-rá”. Era algo que si no sabíamos, sí que se intuía, pero ellos lo negaban y aún, después de tomar las medidas por todos conocidas, siguen tratando de hacernos lo blanco negro, y viceversa, respecto al sistema sanitario, al educativo, a los impuestos, etc, etc…

            No cabe duda de que Aznar dejó su impronta y sigue teniendo bastante ascendencia sobre los ministros del Partido Popular. Probablemente es por ello por lo que a los ministros de Exteriores e Industria se les calentó la lengua ante los rumores acerca de la nacionalización por Argentina de la filial de REPSOL. El efecto de las advertencias, cuasi amenazas, de los mismos a las autoridades argentinas ha surtido el efecto que ya todos conocemos. Atemorizada por dichas declaraciones, la presidenta Fernández Kirchner, y antes de que el asunto fuese a mayores, nacionalizó la empresa y ahora, a llorar toca. Si  Federico Trillo hubiese estado al frente de Defensa, seguro que esto no hubiese quedado así, pronto habría enviado en un Yakovlev a los héroes de Perejil que, al alba y con viento duro de levante…, habrían procedido a la ocupación de los pozos petrolíferos de las provincias argentinas díscolas.

            ¿Y qué podemos decir de todo lo que se ha vivido respecto a los distintos miembros de la casa real damnificados por accidentes varios? La reina y su hija, la infanta Elena, no sabían qué contestar sobre el accidente de Froilandito más allá de que estaba mejorando, o la infanta decía que no sabía cómo se había producido el accidente pues “ella no estaba allí”. Rajoy y los ministros interrogados por el affaire del rey decían esto, lo otro y lo de más allá; tan pronto no tenían conocimiento de la escapada cinegética de su majestad, como que estaban perfectamente informados, que animaron o que desaconsejaron el viaje…, para finalmente, reunidos todos los asesores moncloítas y zarzuelanos fueron capaces de parir el comunicado de once palabras que Juan Carlos fue capaz de repetir sin necesidad de leerlo. Con él, el rey se disculpa ante los ciudadanos que las están pasando canutas y pelillos a la mar.

Ya habrá tiempo de hablar de la cacería y de todo lo demás, mientras tanto me pregunto si seremos capaces de tomar nota de los comportamientos que dan lugar a este tipo de declaraciones, y si sabremos actuar en consecuencia. No sé. Sólo me queda decir que, como dice el refrán, por la boca muere el pez…,

… y a tiros los elefantes.

Teodoro R. Martín de Molina. 19 de abril de 2012

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