De vuelta a lo cotidiano
Todo pasa y nada queda, decía el poeta, y así nos ocurre año tras año con el período vacacional. Tras la tempestad llega la calma, nos dice el refrán y, en cierto modo, es lo que nos ocurre en estos días, en los que por motivos varios hemos tenido unas vacaciones más agitadas de lo acostumbrado y ahora que volvemos a la cotidianidad es cuando nos sentimos algo más relajados. Al que está acostumbrado a pasar las vacaciones de forma sosegada y dedicado a tareas creativas o contemplativas, le resulta extraño haber disfrutado durante las pasadas de un ajetreo poco usual. Bien que el trajín ha sido agradable en todo momento, mas no por ello deja de ser extraño a lo que suele ser normal en tus hábitos en tales momentos. Han sido casi seis semanas en las que no he tenido acceso a la redes de Internet, ni a la prensa escrita y, escasamente, a la audiovisual, lo cual, en cierta medida, no sabe uno muy bien si supone una bendición o una maldición, yo, sabiendo lo que sabemos, me inclino más por lo primero. Al volver a lo cotidiano me percato de que tampoco ha variado mucho el panorama desde antes de la llegada del tiempo de asueto. Realizo la habitual visita a las páginas webs relativas a Gaucín y noto que sólo tienen cierto movimiento la de “Gaucín día a día”, que aún se encuentra imbuida por el ímpetu y el entusiasmo del que hace poco que ha comenzado su andadura, y la de mi hermano Salvador, incansable en su necesidad de comunicarse y de dar a la luz todo aquello que esté relacionado con nuestro pueblo; Sylvia y Miguel Domínguez nos siguen aportando sus novedades habituales, mientras que mi cuñado Miguel, mi primo Teodoro y yo hemos estado un poco en “stand by” a la espera de la llegada de nuevas ideas o temas dignos de ser dados a conocer en la red, la del ayuntamiento lleva siglos en estado cataléptico. Repaso las noticias relacionadas con el pueblo para incluirlas en la sección “Gaucín en la prensa digital” y vuelvo a encontrarme con más de lo mismo, como suelen decir hasta la saciedad aquellos que no tienen nada que decir. Varias noticias acerca de una nueva dimisión de un concejal del PP, que no la anunciada del alcalde –el hombre tiene que arreglar unas cosillas antes de irse–, y un par de noticias sobre la posible estancia de incógnito del primer ministro británico en nuestras tierras, en la prensa escrita en inglés, que cuando le eche el rato que ello conlleva las colocaré en su lugar. Referente a lo nacional seguimos por do solíamos, quizás con la novedad del desembarco de casi todo el equipo de deportes de la SER en la cadena COPE, pena me da que no se hayan llevado a alguno más y en su afán de acaparamiento hubiesen arrastrado en exclusiva con los portavoces del PP, los González Pons, Cospedal y compañía, lo cual me evitaría tener que oírlos, pues nunca sintonizo la celestial emisora. Sí he vuelto a comprobar como mi amigo Herrea, don Carlos, sigue con su manía persecutoria de siempre igual de dicharachero y lenguaraz, y a lo suyo que es vender lo que sea. Seguimos soportando los editoriales y las primicias sobre todo lo malo que nos trae la crisis por mor del mal gobierno de Zapatero esperando el santo advenimiento de señor Rajoy y toda su angelical cohorte para sacarnos de esta penuria en la que estamos sumidos y para lo que ellos poseen la receta mágica que sólo ellos conocen y que quizás antes de llevarla a la práctica, algún día, nos la den a conocer a los españolitos de a pie. En lo internacional más madera de Sarkozy contra aquellos que, como sus padres son de origen extranjero pero con el agravante de ser gitanos; la salida de las tropas de combate americanas de Irak, buena labor la suya en pro del establecimiento de la democracia en el país asiático si no hubiese sido por los daños colaterales en forma de muertos que están dejando en el intento; y para concluir el doctor Aznar impartiendo doctrina en Israel en contra del negro de origen musulmán, y presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. En fin, lo de fuera como lo de aquí incluyendo al de siempre para dar la nota a la que ya nos tiene tan acostumbrados. Por otro lado comentaros que en la sección “romances” os dejo lo único que he sido capaz de esbozar en estos días. El capítulo XXXII (¡ya sólo me quedan 50 para terminar!) de la segunda parte del Quijote que, aunque no sigue el orden preestablecido, hoy me place dejaros en toda su extensión, pues precede a los referentes al gobierno de la ínsula por parte de Sancho, en el que el escudero nos muestra su buen juicio a la hora de disponer del gobierno de haciendas y personas bajo su tutelaje, algo que a algunos les vendría bien aprender de este sabio personaje cervantino y que, debido a la humana tozudez, con tanta frecuencia se empeñan en no tomarlo como ejemplo. Tal vez no lo conozcan, o no quieran conocerlo.
Teodoro R. Martín de Molina. 2 de septiembre de 2010 |