Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

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OPINIÓN

"LAS CIRCUNSTANCIAS"

         La mayoría de los sucesos y hechos que acaecen en este mundo nuestro y a nuestras vidas se deben a un cúmulo de circunstancias de todo tipo que han hecho que hoy en día estemos dónde estamos personalmente y a nivel social.
    Si te paras a pensar por un instante en aquel momento de tu vida en el que hiciste aquello y no eso otro, comprobaremos que hoy somos lo que somos debido a ese simple detalle y que si por mor de lo que fuese hubiésemos tomado determinación distinta a la que se tomó, nos tendríamos que preguntar: ¿dónde estaríamos hoy?, ¿qué habría sido de nuestro devenir a lo largo de este tiempo? Éstas son dos preguntas a las que prefiero no dar respuesta, pues ésta entraría dentro de la quimera y lo hipotético, fuera de toda realidad.
    Unas veces las decisiones las tomamos por iniciativa propia y otras nos son impuestas por terceros o son fruto de la casualidad o causalidad, de la fatalidad o de la suerte, pero en general son producto del destino que, de un modo u otro, para cada uno parece estar predeterminado desde siempre si seguimos la teoría determinista o fatalista que no está muy acorde con la de la libre voluntad del hombre según la cual éste es dueño de su propio destino. No me decanto por ninguna de ellas pues pienso que la vida es una mezcolanza de ambas, aunque sí creo en la existencia de determinadas circunstancias que hacen que el rumbo de nuestras vidas o de los acontecimientos sociales sean unos y no otros.
    Y la verdad, si te pones a analizar algunos hechos recientes y vas dándole marcha atrás a la máquina del tiempo, te das cuenta de que en realidad todo ocurre por la sucesión de unas circunstancias, y no otras, que son los factores determinantes del producto del hecho actual que intentamos analizar.
    Pensemos por un momento por qué en estos días los israelíes han matado a más de 350 palestinos. Al parecer las circunstancias que han determinado al gobierno israelí a tomar tan terrible decisión han sido los continuos lanzamientos de cohetes (probablemente no de fuegos artificiales) por parte de los militantes más extremistas de Hamás. Y ahora cuestionémonos el porqué de estos lanzamientos de cohetes, la causa o las circunstancias que lo podrían justificar es el permanente aislamiento y bloqueo en todos los sentidos que el gobierno israelí mantiene sobre la franja de Gaza. Si buscamos la razón a ese bloqueo la encontraremos de nuevo en los lanzamientos de cohetes por parte de los militantes de Hamás, y la causa de éstos la encontraremos en otra masacre de los israelíes en Gaza, y ésta se debe al lanzamiento de unos cohetes anteriores, que a su vez se justifican en…
    Y así podríamos seguir hasta llegar a la Biblia en la que cuentan que por aquella zona estaba la Tierra Prometida por Jahvé al pueblo elegido, circunstancia esgrimida por los políticos occidentales para, tras la segunda guerra mundial, proveer a los judíos de un estado en el que vivir, sin tener en cuenta, o pasando por alto, la circunstancia de que en aquella tierra vivían desde tiempos inmemoriales los palestinos a los que hubo que desplazar y arrebatarles sus tierras para que la habitaran los sionistas venidos de todos los lugares de la tierra, con lo que el pueblo errante se convertiría, por mor de las circunstancias, en un estado hegemónico en la región que nunca se ha andado por las ramas a la hora de aplicar su bíblica Ley del Talión. Para ello nunca tuvo reparos ni se anduvo con remilgos a la hora de anexionarse territorios, u ocupar aquellos que las circunstancias les recomendaban que eran buenos para sus colonos, así como destruir las viviendas, los templos, los edificios administrativos o las tierras de sus legítimos propietarios árabes.
    Así llegamos de nuevo a nuestros días en los que 350 (no sabemos a cuántos más llegaremos en poco tiempo) palestinos ya descansan eternamente al igual que los de las torres gemelas de New York, los de Bali, los del atentado de Madrid, los de Londres, Casablanca, Estambul, o los recientes de Bombay, intercalados todos ellos por un rosario de muertos árabes y judíos en el Oriente Medio que se justifican unos a otros por las circunstancias de otra barbarie anterior. De modo que estamos ante este espectáculo de muerte debido a ese cúmulo de circunstancias que casualmente, causalmente, fatalmente, por desgracia o gracias a la voluntad de algunos y a la falta de voluntad de muchos se está produciendo y al que asistimos como mudos y atónitos espectadores.
    Probablemente sea éste el proceso de violencia de más larga duración de toda la historia de la humanidad, cuna y raíz de todos los integrismos extremistas que están dando lugar a que no exista zona alguna del planeta en la que sus ciudadanos se puedan sentir totalmente tranquilos y libres de la violencia terrorista, y todo ello es gracias a la casualidad o circunstancia de que en la Biblia se dice que por tierra de Palestina estaba la Tierra Prometida al pueblo judío, y las naciones vencedoras de la segunda gran guerra decidieron lo que decidieron y esto dio lugar al rosario de víctimas que desde entonces han sido en el mundo por tales circunstancias.
    No sé si habrá que echar mano de otras teorías para tratar de explicar lo que ocurre en esa desgraciada zona de la tierra, pero mientras alguien me lo explica no me queda más remedio que pensar en que las cosas son así porque tienen que serlo, muy a pesar de los que pensamos que todo podría tener solución si nos basásemos en la teoría nunca escrita del entendimiento por medio de la comprensión, la restitución, el reconocimiento y la decidida intervención de la libre voluntad del hombre a través de los que de verdad tienen capacidad para hacer que el sino de los acontecimientos puedan tomar un sesgo de paz y armonía entre los distintos pueblos de la zona. De no ser así, existirán otras y otras circunstancias que harán que sigamos viendo como Goliat no deja de machacar a David, contradiciendo la historia bíblica, y éste seguirá lanzando las piedras de su honda sin saber muy bien a cuántas personas del entorno del gigante podrán afectar.

Teodoro R. Martín de Molina. Diciembre de 2008
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