LA GACETA DE GAUCÍN

COLABORACIONES


Ana Mª del Carmen Corbacho Jiménez
   

Carta de amor.

Sigo esperando.

 

 

Si alguna vez te quedas sola, corre a mí que yo te espero noche y día, espero y desespero. Todo está en su lugar: las flores, tus vestidos, los besos en el cuello de mi camisa; yo las contemplo todas las horas del día, con la mirada mis ojos acarician, mis labios tiemblan sin besos… ¡Qué castigo es mi triste existencia!

            Todo me es indiferente, mis sienes ya están plateadas y el cuerpo, antes erguido, está hoy encorvado y lánguido; en mi semblante se ve la indiferencia, la voz como un dolor y casi siempre muda.

            Tú seguirás caminos diferentes; no encontrarás a tu paso ni una flor sedienta, la boca llena de ardor, y ya te he perdonado, vida mía.

            En el invierno calentabas mi cuerpo y florecía la ciencia de mi fe, cancionero de cantes y alegría, pensamientos de dulce amanecer, mensajero del mundo cotidiano felizmente soñador de la vida, la cosecha a tiempo recogida, hoy mis manos están vacías.

            Adiós te digo, amor del ayer; nadie se muere ni es indispensable, muere una madre, que es lo más querido, y deja unos hijitos solos y perdidos, y siguen adelante sin dejar su más querido amor en el olvido. ¿Cómo no he de seguir yo sin tu amor? Me estoy muriendo un poco cada día de esperarte, amor mío, y más, amor, mi amor querido.

 

Flor querida del ayer,

sueños de mis maravillas,

juventud y risas perdidas…

Hoy es pura fantasía.

Y voy caminando sin camino

y tu recuerdo me alucina.

 

Digo cada mañana

en el bosque

el concierto encantado,

la belleza divina de la naturaleza.

 

Nota. Éste y los demás trabajos de nuestra paisana Ana Mª del Carmen Corbacho Jiménez, que publicamos en la sección  "Colaboraciones" de La Gaceta de Gaucín, se los debemos a la amabilidad de su hijo Ricardo Gálvez Corbacho que periódicamente se pone en contacto con nosotros para enviarnos los sentidos poemas y relatos de su madre.

 
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