AL CORAZÓN NO SE ENGAÑA
El joven llega a su casa, su madre le está esperando para la cena. Francisco se va para el comedor y, de pronto, su madre le dice: ─¿No sabes quién ha estado esta tarde aquí? El joven responde: ─Ni idea. ─Pues tu hermano, con su novia y una hermana. ¡Qué bonita es! ─exclama la madre. ─¡Sí, muy bonita, madre, preciosa! ─¡Hijo! Lo dices de una manera… ─Madre, el pensamiento es libre. ─Es la novia de tu hermano ─le responde la madre. El joven, con tristeza, mira a la madre: ─¡Mamá, mamá!, al corazón no se le puede engañar.
Corazón enamorado.
Aquel día que te vi en la boda de tu pueblo eras la flor más divina del jardín de mis recuerdos; desde entonces, vida mía, he sufrido en silencio, ya sé que mía no serás porque mi hermano llegó y te dijo: Yo te quiero; y el que espera desespera, y tanto, tanto esperé que cuando fui a buscarte ya tenías otro querer. Con lo corta que es la vida y he de vivir yo sin ti, mi hermano no se merecía tan puro y blanco jazmín. Nota. Éste y los demás trabajos de nuestra paisana Ana Mª del Carmen Corbacho Jiménez, que publicamos en la sección "Colaboraciones" de La Gaceta de Gaucín, se los debemos a la amabilidad de su hijo Ricardo Gálvez Corbacho que periódicamente se pone en contacto con nosotros para enviarnos los sentidos poemas y relatos de su madre. |