Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

colaboraciones      narrativa     romances    mis alumnos   enlaces   libro visitas   contactar  prensa digital  inicio  presentación

OPINIÓN

"SÁTRAPAS"

    Aunque nos parezca anacrónico, todavía, cuando estamos acabando el primer decenio del siglo XXI, existen sátrapas de diverso tipo esparcidos a lo ancho y largo de nuestro mundo, próximo y lejano, y rodeados de aquellos que, no se sabe muy bien por qué razón, los arropan y apoyan con una fe rayana en lo enfermizo.
    Hace unos días la Corte Penal Internacional dictó orden de detención del presidente sudanés Omar al-Bashir por crímenes de guerra y contra la humanidad, llevados a cabo en la provincia de Darfur, en la zona occidental del país. Es la primera vez que el tribunal internacional dicta una orden de este tipo contra un jefe de estado en el ejercicio de sus funciones. Ya serán convincentes las pruebas presentadas por el fiscal para que su actuación haya llegado a tal punto.
    Según los comentarios de prensa la primera decisión adoptada por el presidente sudanés, tras conocer su inculpación, ha sido la de expulsar del país a la mayoría de las ONGs que actúan en el mismo, bajo la excusa de haber colaborado de una u otra manera con la CPI y  no poder garantizar su seguridad, así los únicos que desde que surgió el conflicto, allá por el 2003, en el que ya han perdido la vida más de 300.000 habitantes de esa región y se han visto desplazados casi 3.000.000 de personas, además de sufrir todo el país una de las hambrunas más grandes conocidas en la época actual, deberán abandonar Darfur, pues el jefe del estado sudanés no les garantiza su integridad.
    Al mismo tiempo el presidente acusa al Tribunal internacional y a occidente de todos los males de su país, personificándolo en el fiscal general de la corte el argentino Moreno Ocampo contra el que todos sus files seguidores aplican su ira.
    Al poco de conocerse la noticia, miles de personas salieron a las calles de Jartum para manifestar su apoyo incondicional a su presidente. En imágenes de estas manifestaciones de apoyo se denota el fervor que por el líder manifiestan sus partidarios. En una inmediata visita a la zona del conflicto el presidente sudanés, enarbolando una espada, ha arengado a sus fieles en contra de todo lo que supone occidente y estos han vuelto a rendirle pleitesía y a despotricar de los acusadores de tan detestable personaje.
    Desde muchos países árabes y africanos, donde como ya sabemos lo que más se defienden son los derechos de las personas y el bienestar del ciudadano de a pie frente a la austeridad de los que ostentan el poder, también han surgido voces en contra de la actuación del tribunal y a favor del personaje en cuestión, igualmente, desde Venezuela, el pintoresco Chaves defiende la independencia del sudanés para hacer con los suyos aquello que le venga en gana, que para eso son sus súbditos y no ciudadanos del mundo.
    Salvando todas las distancias en todos los sentidos, no sé por qué la actuación de este sátrapa me trae a la mente la de esos otros sátrapas de pacotilla que abundan en nuestro país y que cuando son acusados, imputados o encausados por los tribunales sólo saben atacar a los que les acusan y se ven rodeados de su cohorte de ayudantes y de la pléyade de forofos que mientras las fuerzas del orden lo introducen en el vehículo policial los vitorean y aplauden como si de  torero que es sacado a hombros por la puerta grande de la plaza se tratase. También cuentan en algunas ocasiones, para no ser menos, con aquellos que desde otras instancias, normalmente sus gerifaltes, les muestran su apoyo en forma de ataques similares a los acusadores.
    El día en el que al frente de países o instituciones de cualquier nivel dejen de estar sátrapas o “satrapillas”, nuestro mundo comenzará a ser mejor y sus habitantes podremos sentirnos más seguros de que los derechos de las personas serán respetados. Si la forma de acabar con ellos es la actuación de la justicia porque el pueblo parece no tener los mecanismos, o no quiere hacer uso de ellos cuando los tienen, bienvenidos sean las actuaciones como la de la Corte Internacional Penal o la de los más próximos Juzgados de Instrucción.

Teodoro R. Martín de Molina. Marzo de 2009.
<<VOLVER A OPINIÓN>>