Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

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OPINIÓN

"POLÍTICAS SOCIALES"
   
    La mayoría de los partidos políticos tienden a tachar al contrario de electoralista cuando en vísperas, o no tan vísperas, de elecciones anuncian algunas medidas o inauguran las últimas obras que tantos quebraderos de cabeza proporcionó al común de los ciudadanos en el período previo. A mí, particularmente, me gustaría que siempre estuviésemos en período electoral pues ello significaría que siempre andaríamos acabando con las obras que parecían eternas y tratando de dar solución a una serie de problemas que aparentemente no la tienen.
    Hace unos días se han producido dos noticias de este tipo y ambas relacionadas con la vivienda, por un lado el anuncio de la Junta de Andalucía de subvencionar la adquisición de vivienda por parte de los jóvenes, fundamentalmente, y, por otro, el del Gobierno de España referente a los incentivos para fomentar el alquiler, también entre los jóvenes; es evidente que al partido de la oposición le han parecido anuncios electoralistas y que después no se sustanciarán en nada. No soy yo de esa opinión, y no es por no coincidir con la derecha, sino porque la experiencia me demuestra que muchos anuncios de este tipo sí han concluido en leyes de marcado carácter social y que han beneficiado a la inmensa mayoría de los ciudadanos.
    Seguro que como electoralistas pasaron en sus respectivos momentos los planteamientos que abogaban por una educación obligatoria y gratuita para todos los españoles, la cobertura sanitaria a toda la población, la generalización del sistema de pensiones, las subidas del salario mínimo hasta unos niveles moralmente aceptables, la atención a las personas mayores que nunca cotizaron por medio de las pensiones no contributivas y asistenciales, etc, etc. Y si en muchos aspectos podemos sentirnos en Andalucía molestos con las actuaciones de la Junta, no lo es menos que también debemos sentirnos orgullosos de las políticas sociales que ha tratado de poner en marcha y que en muchas ocasiones han servido de ejemplo para otras comunidades autónomas e incluso para el gobierno de la nación.
    A principios de septiembre oí una noticia según la cual la Generalidad Valenciana anunciaba a bombo y platillo que en este curso comenzaría a subvencionar los libros de texto para los primeros cursos de la Educación Primaria. En Andalucía, el año próximo esa medida será general para toda la educación obligatoria, y todavía hay quien se atreve a tachar de propagandística la gratuidad de los libros porque obliga a los alumnos a cuidarlos  y dejarlos en buen estado para que después puedan ser utilizados por otros compañeros argumentando no sé qué principios pedagógicos o didácticos que no se sostienen ante el beneficio que supone para las familias y la posibilidad de argumentar en su favor con el fomento de valores como la solidaridad, cuidado de materiales, mejora del medio ambiente, etc, que esta opción conlleva. También son dignas de mención medidas tales como la apertura de los centros con las aulas matinales o la programación de actividades extraescolares por las tardes por parte de las asociaciones de padres y madres, así como la apertura de comedores escolares y fomento del transporte escolar cuando es requerido, que tan bien recibidas son por muchas familias. De igual modo otras políticas como el trabajo de investigación con células madres o la cobertura de la salud buco-dental para los niños andaluces han sido puntas de lanzas que han servido de guía a otros gobiernos, aunque en un primer momento contara con el rechazo frontal de la oposición y de algunos del propio partido que se encargan del manejo y reparto del dinero.
    No cabe duda de que, a pesar de las lagunas que evidentemente aún existen en nuestra comunidad, Andalucía desde un tiempo a esta parte está siendo tomada como referente en toda una serie de políticas sociales que son las que en verdad deben distinguir a un gobierno de izquierdas. En estos momentos en que al parecer las arcas del estado y de la comunidad se lo pueden permitir es la ocasión propicia para continuar con su puesta en práctica, ya llegará la derecha y se encargará de ir repartiendo el pastel entre los que menos lo necesitan que son los más próximos a ella, mientras tanto no está ni chispa mal que el gobierno se esfuerce por favorecer a los más y sobre todo a los que menos tienen.

Teodoro R. Martín de Molina. Septiembre de 2007

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