OPORTUNISMO
La utilización interesada por unos y otros para llevar
el agua a su molino en dos asuntos que están de moda, me lleva a realizar
esta breve reflexión sobre la prevención con que debemos tomar
todo lo que sale de la boca de los santones de la política y de los
medios que tan solo pretenden que pensemos según ellos piensan y no,
cómo sería lo lógico, según nuestro libre discernir.
A nivel mundial, las caricaturas de Mahoma, y a nivel nacional, la excarcelación
de etarras, son los temas a los que me refería y sobre los que quisiera
exponer mi parecer. Las tan traídas y llevadas caricaturas del Profeta,
por viejas, y las no menos mentadas excarcelaciones por adelantadas.
Resulta que los que no tenemos entre nuestras
aficiones el repasar la prensa danesa con frecuencia, al menos semanal, nos
acabamos de enterar de que los dibujos en los que se asocia al Profeta con
la violencia y en los que se trata de hacer burla y escarnio de una religión
y una burda asociación entre el Islam y la violencia terrorista, no
están recién salidos de las rotativas, sino que datan de allá
por el mes de septiembre pasado, es decir, de hace más de cuatro meses.
Y es ahora, en este momento, cuando se sacan a la luz pública y se
les presentan a los sensibles a dichos asuntos religiosos como la blasfemia
más blasfemia de todas las blasfemias contra el Profeta y todos sus
seguidores. ¿Quién o quiénes están detrás
de ello? Seguro que los pobres afganos o somalíes que murieron en estos
días pasados no tenían ni la menor idea del asunto, probablemente
no sabrían ni leer en su propia lengua
y jamás habrían tenido entre sus manos ni tan
siquiera un diario de su país. ¿Quién o quiénes
manipulan a esas personas para que se manifiesten de ese modo tan exacerbado
contra los intereses de países de los que en la mayoría de
los casos no habrían oído ni hablar? Dicen que los extremos
se tocan, y no me cabe duda que es en ellos en los que se encuentran los
que hábilmente han resucitado las viejas viñetas para reavivar
el odio entre los pueblos, entre las civilizaciones, que seguro a más
de uno le interesa y sacará tajada de un modo u otro.
También es seguro que aquellos que prematuramente han aireado la
posible excarcelación de los llamados etarras históricos, igualmente
han intentado tocar la fibra sensible de todos aquellos que más de
cerca ha sufrido el fenómeno terrorista de nuestro país, y no
cabe duda de que tratarán de sacar tajada política de su puesta
en escena en estos días en los que parece que se
comienza a vislumbrar una cierta esperanza de ver el fin a tanto sufrimiento.
Para que se proceda a la cacareada excarcelación aún faltan
casi dos lustros, o más, ¡ya es adelantarse a una noticia!, y
precisamente ahora, ¡qué casualidad! Yo que soy desconfiado por
naturaleza, que no creo en este tipo de casualidades, y que gusto de asociar
algunos de los hechos que suceden en el día a día de nuestra
política, encuentro ciertas concatenaciones sospechosas y pienso que,
como en el caso de las caricaturas, el sacar a la luz pública en estos
momentos precisos, con tanta antelación las excarcelaciones de presos,
no es más que una burda e interesada manipulación por parte
de aquellos que para nada quieren que el fin de la violencia terrorista llegue
en este momento sino “cuando toque”; y ahora, por lo visto, para ellos “no
toca”.
Mientras tanto en aras de una sui géneris libertad de
expresión, se siguen reproduciendo por la prensa occidental
las viñetas de la discordia, y en aras de otra no
menos sui géneris interpretación partidista del dolor de las
víctimas se sigue cacareando la puesta
en libertad de los presos de ETA, según lo establecido por la ley
y dentro de una decena de años, claro está que estos aspectos
se soslayan o, simplemente, no se mencionan.
Esto que llamo oportunismo también podría denominarse manipulación,
pero hoy he preferido no hacer uso de términos muy fuertes, y si antes
se me han escapado un par de ellos ha sido sin querer, palabrita.
Teodoro R. Martín de Molina. Febrero-2006