Atardecer. Fotografía de Salvador Martín

LA GACETA DE GAUCÍN

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OPINIÓN

ESTRATEGIA

Casi nada de lo que sucede en política es casual, por ello la renuncia, o como se le quiera llamar, de José Bono a seguir formando parte del gobierno de Zapatero debe tener sus causas que no casualidades. Él nos quiere hacer creer que han sido personales los motivos que le han llevado a tomar la decisión, pero eso no se lo cree ni el más ingenuo de los españoles. Y una vez que el señor Bono ha dejado de pertenecer al gobierno, las especulaciones se han disparado y andan diciendo por ahí, en los cenáculos y mentideros
políticos, que todo este reajuste gubernamental no es otra cosa que una estrategia perfectamente diseñada y premeditada desde las más altas instancias para que en las próximas elecciones municipales José Bono pueda optar a la alcaldía de Madrid. 
Enfrente tendrá al invencible Ruiz Gallardón dispuesto a derrotar a cualquier contrincante por feroz que sea, por muy defensor de la patria que se manifieste o por más católico practicante que se declare, no en vano lo avalan las victorias con mayorías absolutas en las tres últimas elecciones a las que se presentó bien como candidato a la presidencia de la comunidad madrileña o a la alcaldía del ayuntamiento de la capital del reino.
Los muñidores de candidaturas andan como posesos tratando de encontrar una lógica explicación al cambio del ex ministro de defensa (por mucho que sea la alcaldía de Madrid, mucho más es ser ministro, piensan algunos).
Pero lo que la mayoría no sabe es esto que paso a desvelaros a continuación de manera confidencial: Pepe Bono, “Bonete” para los amigos, no va a ir en una candidatura con las siglas del PSOE, tampoco en una independiente o de nuevo cuño, lo hará delante de doña Ana Botella, “Anita” para los ex, y bajo las siglas que excuso decir. Y como contrincante, huelga decirlo, estará el invencible Gallardón bajo el anagrama socialista, con lo que ambos habrán alcanzado uno de sus sueños más deseados independientemente del resultado que dicten las urnas. Lo importante no es ganar, sino participar, y si se hace bajo los auspicios de aquellos a los que en secreto hemos amado durante muchos momentos de nuestra vida política, mejor que mejor.
Aún quedan algunos flecos pendientes para que se produzca otro nuevo intercambio de “cromos”: Piqué por Rodríguez Ibarra, o viceversa. Traer de vuelta del Vaticano a Paco Vázquez se antoja misión imposible, pero hay quien busca a alguien parejo en el otro partido por si se llegara a conseguir.
A los que no estamos en el ajo de tales estrategias, en silencio y sin que nadie se entere de nuestros absurdos pensamientos, nos da por creer que si tales sucesos se llegaran a producir, ¡qué descansando se quedarían en Ferraz y en Génova!

Teodoro R. Martín de Molina. Abril-2006.