Somos muchos los naturales de Gaucín que andamos desperdigados por toda la geografía andaluza, española y mundial. No es que yo sea uno de los más enamorados de nuestro pueblo (varios miembros de mi familia me redoblan con creces en su amor por Gaucín, y suplen a aquellos que, como yo, somos menos efusivos). A los naturales tendríamos que añadir los descendientes de los que aún vivimos y de los que ya nos esperan donde sea. Y a unos y a otros, aquellos que sin ser nacidos en nuestro pueblo han demostrado hacia él tanto o más cariño que muchos de nosotros.
Ya existen sobre Gaucín, y de Gaucín, varias páginas que podemos visitar en la red y que yo me he permitido situarlas en los enlaces de interés. Todas ellas son de un gran valor sentimental y cibernético (esto último lo supongo), y deben haber conllevado un ingente trabajo, que sólo desde la devoción por nuestro pueblo se puede explicar.
No sé si seremos muchos o pocos los que nos acerquemos al ordenador con el fin de sacar algo que se pueda asimilar a la creación literaria. Yo sí tengo mis escarceos con la literatura, si a poner los dedos sobre el teclado se le puede denominar de tal modo.
Cuando escribí "Treinta años después" (un recuerdo de mis primeros dieciocho años, los vividos en Gaucín), lo envié a distintas editoriales que, amablemente, rechazaron su publicación por diferentes motivos, mas ninguno tenía que ver con su contenido, su estilo, o algo que se le pareciese (atentos que son ellos). A partir de entonces, cuando termino algo que creo merece la pena, me gasto los cuartos, hago una edición artesanal , y reducida, que regalo a mis hermanos y a unos pocos amigos.
Si mis futuros visitantes tienen a bien
hacer comentarios sobre el contenido
de algunos de los trabajos que aquí
lanzo a la red: no se corten y háganlo a mi
correo: teodoroerre@yahoo.es.
Si os decidís a mandarme trabajos vuestros, yo
me encargaré de "colgarlos", para
ello iré añadiendo pestañas
a la página, si fuese preciso, o los insertaría
en las existentes. Si tenéis página
Web, decídmelo y la pondré entre mis enlaces
de interés. También se admiten, y agradecerían,
sugerencias de cómo mejorar la página.
¡¡Dios nos coja confesados!!
Granada, enero de 2003.
Teodoro R. Martín de Molina.
El responsable de todo este desaguisado
soy yo y nadie más; de lo que
se escriba: el que lo firme.
**Fórmula
utilizada por mi primer maestro, don Juan Ortega, para referirse
a algo realizado acorde con los cánones establecidos.